El pasado domingo se llevaron a cabo las primarias obligatorias para la escogencia de los candidatos presidenciales en Argentina. Como todos sabemos, Argentina es un país que está dividido políticamente en dos facciones representadas por los seguidores de Perón-Kirchner, que actualmente gobiernan a partir del 2020 y los seguidores de Mauricio Macri que representan a la oposición en un bloque denominado Juntos por el Cambio, con dos aspirantes Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
En los últimos meses apareció el candidato identificado como libertario por sus ideas disruptivas, el economista Javier Milei. Entre sus principales ideas están la dolarización, la eliminación del banco central de Argentina y la reducción a un mínimo del tamaño del Estado.
En lo que concierne a la dolarización, resulta que los argentinos viven una devaluación diaria de su moneda, el peso argentino, y por lo tanto tienen que vivir pendientes de cómo se cotiza en dólar, porque esta devaluación significa una inflación galopante, que el año pasado superó al 100%.
En lo atinente al banco central, la razón de eliminarlo se debe a que esta entidad sirve como una máquina de hacer dinero por parte del gobierno y por ende una tentación para gastar más de lo que se produce y recauda en el país.
Cuando habla de reducir el tamaño del Estado apunta a los subsidios, aumentos de salario, creación de empleos a funcionarios y por ende un aparato improductivo, costoso y que ha ido creciendo en el tiempo.
Otro rasgo distintivo de Argentina es que partir de los 16 años, los argentinos pueden votar, y en el caso específico de estas votaciones son obligatorias, y si las persona no votan deben pagar una multa que empiezan con 50 dólares y la multa se duplica de acuerdo con el nivel de las elecciones.
Si bien es cierto, que solo el 70% de los argentinos fueron a votar, nadie esperaba que Javier Milei tendría alguna opción pues carece de un partido político, las encuestas no lo colocaban como un favorito, no tiene una estructura de personas para designar en los distintos cargos y se había dedicado exclusivamente a atacar a los gobernantes, desde el presidente, la vicepresidenta, los gobernadores, los senadores, diputados y todo lo que olía a gobierno.
Obtuvo más del 30% de los votos y por ende es el primer candidato presencial, mientras que el gobierno y la oposición alcanzaron las posiciones conjuntas de segundo y tercero.
Vale la pena indicar que el candidato de gobierno Sergio Massa, es el actual ministro de economía, mediador de la deuda argentina con el fondo monetario internacional y hombre de confianza de los seguidores del kirchnerismo.
Este resultado también demuestra que los votantes están completamente exhaustos de tantas limitaciones financieras económicas y de un decrecimiento extraordinario de la calidad de vida, y les dieron la espalda a los partidos políticos tradicionales.
En Argentina a pesar de su gran extensión territorial, sus condiciones favorables para las actividades productivas, más del 50% de la población se encuentra en un nivel de pobreza extrema y de pérdida de su capacidad de adquisición de bienes y servicios.
Las lecciones que ofrecen el resultado de esta primaria, avizora una posibilidad de cambio radical en el país y uno de los resultados inmediatos después de este torneo electoral ha sido una nueva devaluación del peso argentino, por la sensación de incertidumbre que se vive en este lejano país.
No obstante, si la escogencia de Milei se confirma en la elección definitiva de octubre, seguramente se producirán muchos cambios en todos los niveles de la sociedad argentina, pero al mismo tiempo se generarán muchas situaciones de conflicto social porque el kirchnerismo ha sido un árbol frondoso político para los que se benefician de la condición de funcionarios, jubilados subsidiarios y toda la estructura política que vive de las arcas de gobierno.
Es una lección para nuestro país y vale la pena seguir este interesante proceso.
¡Amanecerá y veremos!