Henry Kissinger a los 100 Años: Un Análisis de su Impacto y Legado
escrito por LyE | octubre 20, 2023
En el año 2023, Henry Kissinger, quien alcanzó la edad de 100 años, continúa siguiendo su propio consejo de llevar a cabo una acción significativa al año. Este artículo rinde homenaje a su centenario, explorando su carrera de varias décadas marcadas por una profunda influencia en la política internacional. A lo largo de su vida, Kissinger ha oscilado entre ser reverenciado y criticado, y su legado está impregnado de controversia.
Los Logros Notables de Kissinger y su Impacto en la Política Internacional
Kissinger es ampliamente reconocido por su brillantez, su estatus como estadista, sus habilidades académicas como profesor de Harvard, sus destrezas en la negociación y, no menos importante, su Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, al mismo tiempo, ha sido objeto de críticas que lo acusan de cinismo, supuesta avaricia y de incurrir en crímenes de guerra. A lo largo de los años, su figura ha ejercido una influencia considerable en el ámbito de las relaciones internacionales y su legado continúa siendo objeto de debates y cuestionamientos éticos.
El Enfoque de Realismo Político y sus Pilares Fundamentales
El artículo explora el realismo político, el enfoque característico de Kissinger que se centra en los intereses nacionales y la estabilidad geopolítica, a menudo a gastos de consideraciones morales. Su papel en el intervencionismo global y su «respuesta flexible» a los desafíos internacionales se destacan, así como su visión bipolar de las relaciones internacionales durante la Guerra Fría. Además, se analizan los tres pilares fundamentales de su estrategia: la revitalización de la alianza transatlántica, la búsqueda de la distensión con la Unión Soviética y el establecimiento de relaciones con China.
El Legado Complejo de Henry Kissinger
En resumen, este artículo ofrece una visión general del complejo legado de Henry Kissinger y su impacto duradero en la política internacional. Destaca su papel como líder visionario y, al mismo tiempo, como una figura controvertida en la escena mundial. Su centenario sirve como un recordatorio de su influencia en la diplomacia y la política global a lo largo de varias décadas.
Diplomacia Triangular
Se resalta la influencia de Henry Kissinger en la reconfiguración de la política exterior de Estados Unidos tras la Guerra de Vietnam. Kissinger propuso una estrategia de «diplomacia triangular» con el objetivo de equilibrar las relaciones entre las tres potencias clave: Estados Unidos, la Unión Soviética y China. Este enfoque buscaba mitigar las tensiones políticas y militares entre estos actores, lo que podría conducir a una mayor estabilidad a nivel global.
Kissinger argumentó que la apertura a China y la distensión con la Unión Soviética estaban interconectadas y que acercarse tanto a Moscú como a Pekín fortalecería la posición negociadora de Estados Unidos. La histórica visita de Richard Nixon a China en 1972 simbolizó este acercamiento y cambió las dinámicas geopolíticas. Además, provocó inquietudes en la Unión Soviética, lo que a su vez impulsó la tensión entre Estados Unidos y la URSS.
Participación en Conflictos Internacionales
Este fragmento aborda la participación de Henry Kissinger en diversos conflictos internacionales y destaca que ha sido objeto de un debate intenso y controversial a lo largo de los años. Aunque se le atribuye un papel destacado en la resolución de algunos conflictos, también se le ha acusado de estar involucrado en políticas y maniobras controvertidas y de respaldar regímenes autoritarios.
Se menciona el ejemplo polémico de los bombardeos en Camboya durante la Guerra de Vietnam, en los cuales Kissinger apoyó la expansión de las operaciones militares en ese país como parte de la estrategia para debilitar a las fuerzas norvietnamitas. Estos bombardeos generaron críticas debido a las víctimas civiles y los daños causados.
Además, se destacan sus conexiones con regímenes autoritarios en América Latina, como la dictadura de Suharto en Indonesia y el derrocamiento de Salvador Allende en Chile. En ambos casos, se menciona su apoyo a gobiernos represivos.
Secreto y Falta de Transparencia
La falta de transparencia en la toma de decisiones y el secretismo con el que Kissinger manejó algunas políticas es otro aspecto resaltado en este fragmento. Su estilo de diplomacia secreta y la falta de divulgación adecuada de detalles y compromisos generan preocupaciones sobre la rendición de cuentas y la falta de supervisión.
Se señala que Kissinger llevó a cabo negociaciones y diálogos diplomáticos en privado, sin una divulgación adecuada de los detalles y los compromisos alcanzados. Esto generó preocupaciones sobre la falta de transparencia en la formulación de la política exterior y sus implicaciones a largo plazo, socavando la capacidad del público para evaluar y debatir las decisiones tomadas en su nombre.
Influencia en la Política Exterior Contemporánea
Por último, se destaca que el legado de Kissinger sigue siendo objeto de un amplio debate y discusión. Su influencia en la política exterior contemporánea es notoria, y su enfoque pragmático y su capacidad para establecer relaciones estratégicas con diferentes países siguen siendo relevantes.
Kissinger se ha mantenido activo como asesor en la esfera internacional, brindando orientación en situaciones complejas y siendo una referencia global en la diplomacia. A pesar de las opiniones divididas sobre su legado, su contribución en la formulación de la política exterior de Estados Unidos y su influencia en las relaciones internacionales continúan siendo destacadas.
GARCÍA MORENO, Laura. 100 años de Kissinger: Un liderazgo polémico. Documento de Opinión IEEE 81/2023. https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2023/DIEEEO81_2023_LAUGAR_Kissinger.pdf (19/10/23)
Rememorando la batalla del puente de Calidonia
escrito por Rafael Fernandez Lara | octubre 20, 2023
La Guerra de los Mil Días fue la conflagración más catastrófica de Colombia en los inicios del Siglo XX, desde el 7 de octubre de 1899 hasta el 21 de noviembre de 1902, entre los partidos históricos Liberal y Conservador. Este choque fue iniciado por el líder liberal Pablo Emilio Villar con un ataque no planeado el 17 de octubre de 1899 en Bucaramanga, en el Departamento de Santander, región cual era el fortín del liberalismo radical, pero luego se expandió por todo el país. Esta contienda bélica dejó una economía totalmente destruida, con los muertos calculados en aproximadamente entre 80 y 100 mil, entre una población que no llegaba a los cuatro millones de habitantes.
En el Siglo XIV y por varios siglos subsiguientes, Colombia experimentó un ambiente de violencia política que trajo como corolario nueve guerras de carácter nacional en distintas fechas con distintas connotaciones hegemónicas dirigidas a lograr el poder, entre ellas la Guerra de los Mil Días.
La Guerra de los Mil Días se caracterizó por un enfrentamiento del ejército gubernamental conservador, bien preparado y un ejército liberal mal entrenado y desorganizado. No obstante, el conflicto se propaga a nivel internacional, perjudicando parcialmente a países vecinos como Ecuador y Venezuela, en cuyos territorios se libraron batallas de esta fuerza gubernamental colombiana con fuerzas de estos países vecinos en persecución de aquellos que apoyaban a los actores colombianos en el conflicto. Otros países se implicaron en el conflicto, algunos apoyando a los liberales y otros a los conservadores, con armamento y suministros, entre ellos Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Los Estados Unidos por su parte interfirió con acciones bélicas en Panamá, a través de la flota norteamericana acuartelada en el istmo, como consecuencia de lo que establecía el Tratado Mallarino-Bidlack de 1846, que comprometía a los Estados Unidos a apoyar a Colombia.
Dentro del contexto de la Guerra de los Mil Días aconteció la Batalla del Puente de Calidonia desde el 21 al 26 de julio de 1900 en el Departamento de Panamá. El puente de Calidonia había sido construido durante la década de 1880 con el propósito de comunicar el Casco Viejo y la Avenida Central con las afueras, área conocida entonces como La Sabana, donde las familias pudientes tenían sus casas de campo.
El 21 de junio de 1900, apenas un mes antes de la batalla del Puente de Calidonia, tuvo lugar la batalla de Corozal, pueblo cercano a la ciudad de Panamá, donde las fuerzas liberales bajo el mando del General Emilio Herrera, nombrado por Belisario Porras como Jefe de Operaciones Militares, lograron importantes triunfos sobre las tropas conservadoras al mando del General Carlos Alban en las ciudades de David, Aguadulce, Natá, Chame, Bejuco y La Chorrera. El General Alban había participado en la guerra de 1895, defendiendo la hegemonía de su Partido Conservador y quien, durante la Guerra de los Mil Días, fue nombrado Jefe Civil y Militar de Panamá. Después de esta derrota y batalla que duró aproximadamente tres horas en Corozal, al General Carlos Albán no le quedó otra alternativa que retroceder hacia la ciudad de Panamá, donde montó sus barricadas. Por su parte el General liberal Emiliano Herrera nos los persiguió, desaprovechando la oportunidad de apoderarse de la capital. En cambio, exigió al General Albán la capitulación sin condiciones, especie de tregua que Albán aprovechó para reorganizar su ejército, fortalecerlo y luego rechazar la capitulación. Previo al asalto de las fuerzas liberales a la ciudad de Panamá, el Cónsul estadounidense se reunió en Perry´s Hill (Perejil) con el General Emiliano Herrera, insistiéndole la condición de no perjudicar la ciudad ante el ataque que este último quería realizar
Luego de los rotundos triunfos de las tropas liberales en el interior, la Compañía del Ferrocarril y su Gerente, el Coronel Shaller, ayudaron a trasladar tropas conservadoras desde Colón para fortalecer al General Carlos Albán. Sin duda alguna la Compañía del Ferrocarril y el Cónsul norteamericano jugaron un papel activo apoyando a los conservadores. Precisamente el 17 de julio de 1900 se reunió en La Chorrera el Consejo de Guerra del Partido Liberal para estudiar el plan de ataque a la ciudad de Panamá.
El 24 de julio de 1900, el ejército liberal inició la batalla con aproximadamente mil hombres con un avance tremendamente desorganizado, lo que resultó en una mortandad para las fuerzas liberales. Esta batalla del Puente de Calidonia se escenificó en el área donde queda actualmente la Asamblea Nacional de Diputados y los semáforos de la Plaza Cinco de Mayo en la ciudad de Panamá. De nada valió la gran vehemencia de los liberales frente a los bien atrincherados conservadores que lograron el fracaso de los liberales en su intento por apoderarse de la ciudad de Panamá. Al día siguiente, 25 de julio, el Dr. Belisario Porras Barahona pretendió organizar un nuevo ataque a la ciudad de Panamá, pero reconsideró su intención al enterarse del reforzamiento de las fuerzas conservadoras en la ciudad de Panamá del General conservador Campo Serrano y su tropa integrada por 1,250 hombres, más el arribo del buque Boyacá. Ante tal panorama los liberales se rindieron el 26 de julio. Se calcula que los muertos entre las tropas liberales en la batalla de Calidonia fueron aproximadamente 700 hombres, la mayor cantidad de bajas durante la guerra, mientras para los conservadores se calcularon en unos 98 hombres muertos.
Al capitular los liberales el 26 de julio, el Dr. Carlos A. Mendoza firmó el armisticio, habiendo sido facultado para tal acción por el General Emiliano Herrera, así como la entrega de todas las armas liberales al General conservador Carlos Alban, con las consecuencias anticipables de represalias y persecuciones que conlleva una guerra.
Al analizar el ataque, resulta evidente que el General colombiano liberal Emiliano Herrera, cegado por la ambición desde la toma de Perry´s Hill (Perejil) y tomando en cuenta la solicitud de los cónsules de evitar daños a la ciudad en sus ataques, ordenó el prematuro ataque. Un factor importante en el triunfo conservador lo fue que las tropas conservadoras estaban dotadas con ametralladoras de alto poder calibre 50, que acribillaron a los liberales desde las barricadas conservadoras. Un error con consecuencias nefastas cometió el General Herrera, adelantándose a Porras, ordenando un asalto de frente a la ciudad de Panamá, entrando de frente por el Puente de Calidonia, viviendo en carne propia la fraticida batalla.
El 31 de julio el General Carlos Alban le confiere al Dr. Belisario Porras la oportunidad de viajar el extranjero, específicamente a Nicaragua donde, en unión de otros liberales exiliados, planifica la segunda campaña para liberar a Panamá en el ámbito de la Guerra de los Mil Días.
Sin embargo, la batalla del Puente de Calidonia prácticamente selló el final de la Guerra de los Mil Días y la injerencia de los estadounidenses, quienes solicitaron la presencia del gobierno central y los dirigentes del liberalismo colombiano al acorazado Wisconsin, buque insignia de la flota que Estados Unidos tenía atracada en Panamá, donde se firmó el tratado de paz para el Istmo y el fin de la Guerra de los Mil Días el 21 de noviembre de 1902. Este tratado fue firmado por el General Lucas Caballero Barrera en calidad de Jefe de Estado Mayor del Ejército Unido del Cauca y Panamá, junto con el Coronel Eusebio A. Morales, Secretario de Hacienda de la Dirección de Guerra del Cauca y Panamá en representación del General Benjamín Herrera y del Partido Liberal y por el General Alfredo Vásquez Cobo, Jefe del Estado Mayor del ejército conservador en la Costa Atlántica, en representación del gobierno.
Al rememorar la batalla del Puente de Calidonia, doloroso capítulo de la Guerra de los Mil Días en el que valientes patriotas lucharon por liberarse de la opresión conservadora hace 123 años, lamentamos que nuestros gobiernos y autoridades no hayan tenido interés en exaltar y recordar el valor histórico de este acontecimiento, desafortunadamente olvidado por los panameños.
Panameños que fueron tres veces Presidente de la República
escrito por Rafael Fernandez Lara | octubre 20, 2023
Ser Presidente de la República en un país democrático es desempeñar el cargo de Jefe de Estado y de Gobierno, encabezando el Órgano Ejecutivo. Simboliza la unidad nacional y es la suprema autoridad administrativa.
Al hurgar en nuestra historia republicana nos encontramos con la sorpresa de que sólo tres panameños han ocupado tres veces el alto cargo de Presidente de la República y además ejercieron su evidente influencia política en períodos presidenciales de otros mandatarios.
El primero de ellos fue el Dr. Belisario Porras Barahona, abogado, escritor, poeta, profesor, diplomático, periodista, hasta militar cuando dirigió y fue cabecilla destacado en la Guerra de los Mil Días (1899-1902). En mi opinión, el Dr. Belisario Porras Barahona es uno de los eminentes panameños de nuestra historia política, considerado por muchos como el “Arquitecto de la Nación Panameña” y es la figura emblemática de su centenario -Siglo XX. Su liderazgo en el país tuvo las siguientes etapas:
El Dr. Belisario Porras ocupó la Presidencia de la República por primera vez al ganar ampliamente las elecciones del 14 de julio de 1912. El 2 de agosto de ese año fue proclamado como Presidente de la República por el voto unánime de la Junta de Electores para el cuatrienio 1912-1916. Hay que señalar que para estas elecciones el Partido Liberal estaba dividido. Por un lado la Unión Patriótica –del gobierno- había postulado a Pedro A. Díaz de Obaldía y por el otro el candidato era el Dr. Belisario Porras Barahona. La Unión Patriótica se quejó de la parcialidad de los supervisores norteamericanos y se retiraron de la contienda, por lo que el Dr. Porras llegó a la presidencia como candidato único. Posteriormente, la Asamblea Nacional de Diputados, integrada por diputados del Partido Liberal adscritos al gobierno eligió a los Designados (Vicepresidentes) así: Rodolfo Chiari Robles como Primer Designado y a Ramón Valdés y Arístides Arjona como Segundo y Tercer Designado (Vicepresidentes) respectivamente.
La segunda vez que el Dr. Porras ocupó la primera magistratura de la nación fue en su condición de Primer Designado (Vicepresidente), elegido por el Órgano Legislativo para el bienio 1918-1920, en reemplazo del Presidente Ramón Maximiliano Valdés, quien falleció el 3 de junio de 1918.
Estando el Dr. Porras desempeñando sus funciones de Presidente para el período 1918-1920 se realizó una Convención del Partido Liberal el 24 de enero de 1920, en la que se propuso la candidatura presidencial del Dr. Porras para el período 1920-1924. Los integrantes del Directorio Nacional del Partido Liberal en pleno le presentaron la propuesta al Dr. Porras, quien la aceptó y procedió a presentar su renuncia al cargo que ostentaba, en cumplimiento con la Constitución Nacional de 1904, que obligaba a los presidentes elegidos que aspirasen a un nuevo período a renunciar al cargo dieciocho meses antes de las elecciones, mas por su parte los Designados (Vicepresidentes) que aspiraran a una nueva nominación estaban constreñidos a separarse del cargo con seis meses de antelación. El Dr. Porras renunció ante la Asamblea Nacional y fue reemplazado por Ernesto Tisdel Lefevre, quien asumió la posición por los seis meses anteriores a los comicios electorales para el cuatrienio 1920-1924. Las elecciones se celebraron el 2 de agosto de 1920. Estos comicios fueron los primeros en los que se eligió al Presidente de la República por votación directa de los ciudadanos, ya que hasta esas elecciones se elegía al Presidente por votación indirecta mediante electores. Este fue el tercer y último período presidencial del Dr. Belisario Porras.
El Dr. Belisario Porras ejerció mucha influencia política en varias administraciones, respaldando a sus ungidos presidenciales, como es el caso del Dr. Ramón Maximiliano Valdés, quien, apoyado por un sector del Partido Liberal encabezado por el Dr. Belisario Porras, obtuvo la Presidencia para el período 1916-1920. Como fue señalado arriba, el Dr. Valdés sólo ejerció la presidencia por dos años ya que, como consecuencia de un paro cardíaco, falleció el 3 de junio de 1918.
Las siguientes de elecciones generales de Panamá tuvieron lugar el martes, 2 de septiembre de 1924 para el cuatrienio 1924-1928. El candidato victorioso fue Rodolfo Chiari Robles, quien ganó con el 85.78% de los votos, mientras que Manuel Quintero Villarreal sólo obtuvo el 14.22% de los votos; desde el inicio de su gestión proselitista se notó que su candidatura carecía de un verdadero respaldo nacional. Chiari Robles ganó con el apoyo del Dr. Belisario Porras. Es importante recordar que en toda la campaña electoral el candidato Rodolfo Chiari Robles se limitó a repetir en sus discursos las mismas frases …. “Continuaré la obra de reconstrucción nacional llevada a cabo por Belisario Porras”. También en el mes de Septiembre de 1924 se eligieron los Designados (Vicepresidentes) para el bienio 1924-1926: Enrique Jiménez, Primer Designado; Carlos Laureano López, Segundo Designado; y Enrique Linares de Obaldía, Tercer Designado.
Belisario Porras Barahona ha sido el presidente constitucional de la República de Panamá que desempeñó el mando presidencial por mayor cantidad de tiempo, alrededor de 10 años. Este líder político fue uno de los pocos estadistas auténticos que ha tenido la nación.
Posteriormente, teniendo en cuenta su pasión por el servicio público, siempre estuvo presente, de allí que en las elecciones de 1928 quiso postularse por su Partido Coalición Nacional Porrista, pero fue obligado a desistir a favor del Dr. Jorge E. Boyd. Después, en el torneo electoral presidencial de1936 corrió por el Partido Liberal Unido, quedando en tercer lugar, luego de retirar su candidatura un día antes de las elecciones.
Debemos tener presente que en un momento de la vida de este insigne panameño se le privó de su ciudadanía y como respuesta a aquella injusticia el destino y la historia entonces lo gratificaron con el alto honor de haber sido tres veces el presidente constitucional de la República de Panamá. El Dr. Porras fue un estadista genuino, quien ayudó a forjar y coordinar una patria recién nacida a la vida independiente. A sus 85 años, envejecido luego de realizar una obra fecunda y eterna, falleció el 28 de agosto de 1941.
El segundo ciudadano en ocupar tres veces la presidencia de la república fue Don Rodolfo Chiari Robles. Industrial y político panameño, nació en Aguadulce el 15 de noviembre de 1870. Fue figura prominente del Partido Liberal y presidente de ese colectivo político. La primera vez que se encargó del poder ejecutivo fue el resultado de que el Dr. Pablo Arosemena, Primer Designado (Vice-Presidente) y Encargado de la Presidencia de la República, aspiró a la reelección y se separó del cargo con el objeto de cumplir con el requisito constitucional de separarse del cargo con seis meses de anticipación al día de las elecciones. En su condición de Tercer Designado (Vice-Presidente), Chiari Robles reemplazó al Dr. Arosemena desde el 2 de febrero al 6 de marzo de 1912, durante la licencia del Dr. Arosemena para intentar reelegirse como Presidente.
La segunda ocasión en que el Sr. Chiari Robles, Primer Designado (Vice-Presidente), ocupó la presidencia fue cuando ejercía el cargo de Ministro de Gobierno y Justicia en el gabinete del Dr. Belisario Porras Barahona, quien solicitó ante la Corte Suprema de Justicia una licencia para separarse de su cargo por el término de cinco (5) días. La Corte Suprema de Justicia dio posesión a Rodolfo Chiari Robles, Primer Designado (Vice-Presidente) en ausencia del titular por el período 6 al 11 de junio de 1923. Posteriormente, el 15 de febrero de 1924, con el apoyo del Presidente Belisario Porras, la Convención del Partido Liberal, reunida en Las Tablas, Provincia de Los Santos, lo postuló como candidato presidencial para el período 1924-1928 y gana el solio presidencial por votación popular. Durante el desempeño de su cuatrienio presidencial ocurrieron sucesos trascendentales, tal como el levantamiento de los indígenas de San Blas, la lucha inquilinaria de 1925, la celebración de las fiestas conmemorativas del Centenario del Congreso Anfictiónico de Panamá.
La influencia política de Don Rodolfo Chiari Robles continuó después de la finalización de su administración con el siguiente gobierno del Ing. Florencio Arosemena, su ungido presidencial, quien recibió todo el apoyo gubernamental del Presidente Chiari Robles en las elecciones del 15 de agosto de 1928, lo cual lo llevó al triunfo electoral como candidato único. Para la oposición de aquel entonces, el Expresidente Rodolfo Chiari Robles continuaba siendo el poder real del país durante la administración del Ing. Arosemena. La mayoría del gabinete de Arosemena respondía a las directrices del Expresidente Chiari. El 2 de enero de 1931 el Movimiento Cívico Acción Comunal dio el primer golpe de estado de la historia panameña al Presidente Florencio Harmodio Arosemena, finalizando así su administración.
Don Rodolfo Chiari Robles falleció el 16 de agosto de 1937.
Con el transcurrir de los años, uno de los hijos del Expresidente Chiari, Roberto Francisco Chiari Remón, fue elegido Presidente Constitucional de la República de Panamá en los comicios celebrados en Mayo de 1960, para el cuatrienio 1960-1964.
El tercer y último mandatario panameño que ocupó tres veces el cargo de Presidente de la República fue el Dr. Arnulfo Arias Madrid. Médico, escritor y diplomático, nació el 15 de agosto de 1901 en Penonomé, Provincia de Coclé.
La primera vez que ocupó la Presidencia de la República fue en los comicios electorales celebrados en 1940, luego que el candidato adversario, Ricardo J. Alfaro, se retiró de la campaña por las acciones de violencia desatadas contra él y sus simpatizantes.
La doctrina “Panameñista” del Dr. Arias Madrid se fundamentaba en su rechazo al intervencionismo foráneo y exaltaba los valores nacionales. En su primer año de gobierno realizó una labor reformista, como la creación de la Caja de Seguro Social, la promulgación de nuestra segunda Constitución Nacional de 1941, la fundación del Banco Agropecuario e Industrial, la nacionalización del comercio al por menor, reglamentación del ejercicio de la abogacía y emitió papel moneda. Su oposición a las exigencias de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y la insatisfacción de ciertos grupos adversos condujo a su derrocamiento en Octubre de 1941, aprovechandose de un viaje de éste a Cuba.
La segunda presidencia del Dr.Arnulfo Arias Madrid ocurre después del fallecimiento del Presidente Don Domingo Arosemena, poco más de un año después de haberle ganado al Dr. Arias Madrid en las elecciones del 9 de mayo de 1948, en unos comicios caracterizados por las irregularidades. Al fallecer el Dr. Díaz Arosemena fue reemplazado por su Primer Vicepresidente, Dr. Daniel Chanis, cuyas primeras medidas causaron choques con el Jefe de la Policía, Coronel José Antonio Remón Cantera y otras figuras que participaban en negocios al margen de la ley. Cuando el Presidente Chanis le pide la renuncia al Coronel Remón, éste respondió enviándole un ultimátum para que desocupara la presidencia, y el 20 de noviembre de 1949 el país amaneció sorprendido con la renuncia intempestuosa de Chanis. Esta situación llevó al Vicepresidente Roberto Francisco Chiari a asumir la jefatura del estado, sin embargo éste a la vez hizo una consulta a la Corte Suprema de Justicia sobre el tema de la sucesión presidencial. La Corte Suprema respondió al Sr. Chiari que su estatus en la presidencia tenía carácter de temporal ya que el Dr. Chanis continuaba siendo el Presidente de la República. En vista de esta respuesta, Don Roberto Francisco Chiari abandonó la Presidencia de la República por voluntad propia.
El Coronel Remón se negó a acatar la decisión de la Corte Suprema de Justicia, tomando la determinación de convocar el Jurado Nacional de Elecciones cuyos miembros, bajo instrucciones del Coronel Remón, procedieron a revisar las actas electorales de los comicios de 1948 y declararon que el verdadero resultado fue que el ganador había sido el Dr. Arnulfo Arias Madrid, con el siguiente resultado: Dr. Arnulfo Arias Madrid, 74,080 votos; Domingo Díaz Arosemena, 71,536 votos populares. Es de esta manera que el Dr. Arnulfo Arias Madrid ocupa la presidencia por segunda vez, a partir del 24 de noviembre de 1949. Posteriormente, el Dr. Arias es depuesto, en 1951, por una ola de protestas y revuelta popular apoyada por la Guardia Nacional como consecuencia del gobierno autoritario que ejercía. La Asamblea Nacional de Diputados le privó en forma vitalicia el ejercicio de sus derechos políticos, aunque durante el gobierno del Presidente Roberto Francisco Chiari, 1960-1964, se restituyeron sus derechos políticos y se le permitió inscribir su nuevo partido, el Partido Panameñista.
En 1964 participó en los comicios de ese año y perdió ante el candidato del oficialismo, Marco Aurelio Robles Méndez, quien se alzó con la victoria pese a denuncias de irregularidades. En la siguiente campaña política de 1968, el Dr. Arnulfo Arias Madrid participa contra el candidato del oficialismo (Alianza del Pueblo) siendo ambos los candidatos principales, aunque hubo una tercera candidatura, del Dr. Antonio González Revilla, de la Democracia Cristiana, quien apenas emergía en las lides políticas y su partido era minoritario. Estas elecciones presidenciales de 1968 fueron sumamente violentas y se desarrollaron en un estado de exacerbamiento de los ánimos. El resultado favoreció al candidato de la oposición, Dr. Arnulfo Arias Madrid, con 175,432 votos o el 54.7% de los votos populares. El candidato oficialista, Ing. David Samudio Avila obtuvo 133,887 votos y el Dr. Antonio González Revilla obtuvo 11,371 votos.
El Dr. Arnulfo Arias Madrid tomó posesión de su cargo el 1 de octubre de 1968 y fue derrocado tan sólo 11 días después, el 11 de octubre de 1968, cuando los mandos medios de la Guardia Nacional de Panamá, encabezados por el Mayor Boris Martínez y otros oficiales dirigen un golpe de estado militar. Desde ese momento inició su lucha por el regreso a la democracia del país.
Con el retorno de la democracia en Panamá y teniendo 83 años de edad, en 1984, fue candidato presidencial por la Alianza Democrática de Oposición (ADO Civilista), pero una vez más los castrenses vetaron su ascenso al poder y favorecieron al candidato oficialista adjudicándole un estrecho margen ganador de 1,713 votos.
El Dr. Arnulfo Arias Madrid falleció el 10 de agosto de 1988 en Miami, Estados Unidos, a los 87 años de edad. Fue uno de los líderes más populares y reconocidos de Panamá, pasando a ser un ícono de la democracia panameña por las adversidades que sufrió en su carrera política, que incluyeron fraudes electorales y golpes de estado, mas siempre hizo tenaz oposición a los gobiernos militares.
Años después, uno de sus fieles seguidores y miembro de su Partido Panameñista, Guillermo Endara Galimany, ocupó la Presidencia de la República en 1990-1994, seguido en la presidencia por la viuda del Dr. Arnulfo Arias Madrid, Mireya Moscoso Rodríguez, en el período 1999-2004, y años después se eligió presidente al panameñista Ingeniero Juan Carlos Varela, en 2014-2019.
Esta reseña breve de tres ilustres panameños, distinguidos entre todos los otros por haber ocupado el alto cargo de Presidente de la República de Panamá en tres ocasiones, destaca principalmente el enorme liderazgo que ejercieron durante su vida política, habiendo tenido ideas claras de los problemas principales que confrontaba el país en su tiempo, buscándoles soluciones, mientras acreditaban sus habilidades estratégicas, siendo visionarios y comprendiendo el desconsuelo de su pueblo. Esta convicción en su labor de gobierno benefició a las grandes mayorías con justicia y equidad, lo que, aunado al dictamen de los estudiosos de su trayectoria política, premió su legado con los mejores niveles de aceptación en los anales de nuestra historia política no solamente por su desempeño durante sus administraciones sino también por encima de otros gobiernos.
Se avecina un cambio político trascendental en Argentina
escrito por José Javier Rivera | octubre 20, 2023
El pasado domingo se llevaron a cabo las primarias obligatorias para la escogencia de los candidatos presidenciales en Argentina. Como todos sabemos, Argentina es un país que está dividido políticamente en dos facciones representadas por los seguidores de Perón-Kirchner, que actualmente gobiernan a partir del 2020 y los seguidores de Mauricio Macri que representan a la oposición en un bloque denominado Juntos por el Cambio, con dos aspirantes Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
En los últimos meses apareció el candidato identificado como libertario por sus ideas disruptivas, el economista Javier Milei. Entre sus principales ideas están la dolarización, la eliminación del banco central de Argentina y la reducción a un mínimo del tamaño del Estado.
En lo que concierne a la dolarización, resulta que los argentinos viven una devaluación diaria de su moneda, el peso argentino, y por lo tanto tienen que vivir pendientes de cómo se cotiza en dólar, porque esta devaluación significa una inflación galopante, que el año pasado superó al 100%.
En lo atinente al banco central, la razón de eliminarlo se debe a que esta entidad sirve como una máquina de hacer dinero por parte del gobierno y por ende una tentación para gastar más de lo que se produce y recauda en el país.
Cuando habla de reducir el tamaño del Estado apunta a los subsidios, aumentos de salario, creación de empleos a funcionarios y por ende un aparato improductivo, costoso y que ha ido creciendo en el tiempo.
Otro rasgo distintivo de Argentina es que partir de los 16 años, los argentinos pueden votar, y en el caso específico de estas votaciones son obligatorias, y si las persona no votan deben pagar una multa que empiezan con 50 dólares y la multa se duplica de acuerdo con el nivel de las elecciones.
Si bien es cierto, que solo el 70% de los argentinos fueron a votar, nadie esperaba que Javier Milei tendría alguna opción pues carece de un partido político, las encuestas no lo colocaban como un favorito, no tiene una estructura de personas para designar en los distintos cargos y se había dedicado exclusivamente a atacar a los gobernantes, desde el presidente, la vicepresidenta, los gobernadores, los senadores, diputados y todo lo que olía a gobierno.
Obtuvo más del 30% de los votos y por ende es el primer candidato presencial, mientras que el gobierno y la oposición alcanzaron las posiciones conjuntas de segundo y tercero.
Vale la pena indicar que el candidato de gobierno Sergio Massa, es el actual ministro de economía, mediador de la deuda argentina con el fondo monetario internacional y hombre de confianza de los seguidores del kirchnerismo.
Este resultado también demuestra que los votantes están completamente exhaustos de tantas limitaciones financieras económicas y de un decrecimiento extraordinario de la calidad de vida, y les dieron la espalda a los partidos políticos tradicionales.
En Argentina a pesar de su gran extensión territorial, sus condiciones favorables para las actividades productivas, más del 50% de la población se encuentra en un nivel de pobreza extrema y de pérdida de su capacidad de adquisición de bienes y servicios.
Las lecciones que ofrecen el resultado de esta primaria, avizora una posibilidad de cambio radical en el país y uno de los resultados inmediatos después de este torneo electoral ha sido una nueva devaluación del peso argentino, por la sensación de incertidumbre que se vive en este lejano país.
No obstante, si la escogencia de Milei se confirma en la elección definitiva de octubre, seguramente se producirán muchos cambios en todos los niveles de la sociedad argentina, pero al mismo tiempo se generarán muchas situaciones de conflicto social porque el kirchnerismo ha sido un árbol frondoso político para los que se benefician de la condición de funcionarios, jubilados subsidiarios y toda la estructura política que vive de las arcas de gobierno.
Es una lección para nuestro país y vale la pena seguir este interesante proceso.
¡Amanecerá y veremos!
La responsabilidad del Tribunal Electoral en la democracia
escrito por Rafael Fernandez Lara | octubre 20, 2023
Nuestro Tribunal Electoral de Panamá es el máximo órgano del estado encargado del registro civil, cedulación, certificación de estado civil y celebración de elecciones en nuestro territorio nacional. Este órgano está compuesto, en la actualidad, por tres magistrados que son designados por cada uno de los órganos de estado en acuerdo con nuestra Carta Magna, uno que representa a la Asamblea Legislativa, otro por la Corte Suprema de Justicia y otro por el Órgano Ejecutivo.
Sin duda alguna, el Tribunal Electoral desempeña un papel trascendental en la democracia y tiene como objetivo lograr la excelencia electoral, aportarnos servicios que optimicen la democracia y obviamente los derechos de los ciudadanos en un estado de derecho. Son muchas las funciones que tienen, entre ellas asegurar la concurrencia de las organizaciones políticas y de los distintos candidatos que aspiren a ser elegidos. Asimismo, desarrollar los servicios que la entidad debe brindar a los ciudadanos al momento de depositar su voto, contribuyendo con la educación, participación cívico-electoral y robustecer la democracia y el imperio de la ley. Es importante destacar que esta entidad es independiente de los órganos ejecutivo y judicial, y esta autonomía se le otorgó mediante una reforma constitucional en 1956.
El Tribunal Electoral tiene la misión de resolver controversias en materia electoral y proteger los derechos políticos de los electores, de los ciudadanos, es decir, imparte justicia en el entorno electoral. Independientemente de esta particularidad es relevante resaltar el comportamiento histórico de la entidad en algunos procesos eleccionarios, que dejaron mucho que desear y que es importante mencionarlo para así calibrar si el Tribunal Electoral de nuestros tiempos actuales se ha limpiado de sus profundos fallos a lo largo de toda nuestra historia.
En 1925, durante la administración del Presidente Rodolfo Chiari Robles, se cambió la nomenclatura de la corporación por la de Jurado Nacional de Elecciones y asume el escrutinio y proclamación de los diputados así como la del presidente de la república. En 1930 se amplió el período de los nombramientos de los miembros del Jurado Nacional de Elecciones de dos a cuatro años y el número de sus integrantes de cinco a siete. Posterior a la segunda constitución nacional de 1941 se crea la primera autoridad electoral a nivel constitucional, convirtiendo al Jurado Nacional de Elecciones en un tribunal electoral integrado por cinco miembros. En la tercera constitucional nacional, de 1946, se crea un organismo electoral que mantiene el nombre de Jurado Nacional de Elecciones. Posterior a un cambio constitucional en 1956 se crea el Tribunal Electoral, tal como se le conoce hoy, como una entidad desligada de los Organos Ejecutivo y Judicial, con competencia privativa en materia electoral, se le da autonomía financiera y sus partidas de gastos serán separados del Organo Ejecutivo y Judicial.
Uno de los primeros traspiés que cometen las autoridades que regulan las elecciones ocurre en las elecciones de 1948, cuando se le reconoce primero la Presidencia de la República a Domingo Díaz Arosemena, quien luego renuncia a su cargo por motivos de salud y es reemplazado por su Primer Vicepresidente Daniel Chanis. El Dr. Chanis decide y ordena la dimisión del Jefe de la Policía Nacional, orden que los militares no acatan, por lo que sucede que el Segundo Vicepresidente asume el cargo, aunque pocos días después se retira del cargo para no caer en pugna con el fallo de la Corte Suprema de Justicia que establecía que la dimisión del Dr. Chanis, Primer Vicepresidente, fue ilegal. Seguidamente, el alto mando de la Policía Nacional ordena al Jurado Nacional de Elecciones hacer un reconteo de los votos de las elecciones de 1948 y prestarse a declarar oficialmente que el verdadero ganador de las elecciones de 1948 fue el Dr. Arnulfo Arias Madrid y no Don Domingo Díaz Arosemena. Sin duda alguna este ejemplo histórico no deja más remedio de clasificarlo como desvergüenza en desvergüenza.
La campaña política y elección de 1952 fueron violentas, con señalamientos de corrupción en la Policía Nacional, entidad desacreditada que cargaba con el arrastre de un pasado de atropellos, aunado a las acusaciones de negociados en maderas preciosas, inclusive de tráfico de armas hacia Colombia entre otras actividades. Ambos bandos se señalaban de corruptos y atracadores del erario público. Baste recordar anécdotas sobre testigos que señalaban la ubicación de indígenas en corrales de ganado para pagarles B/.3.00 por persona y luego llevarlos a las urnas a depositar su voto por el candidato del oficialismo, mientras que las autoridades electorales brillaban por su ausencia. En las mesas de votación tenía derecho a votar el que ordenaba el Presidente de la mesa. Hubo lugares donde el número de votos sobrepasaba el número de personas inscritas en las listas de votación por lo que la Policía quemaba el número de votos sobrantes. Evidentemente y según lo esperado, el ganador era el candidato oficialista. Toda esta historia negra y de bochorno formó parte de muchas de nuestras elecciones ante la indiferencia y a veces complicidad de las autoridades encargadas de supervisarlas.
Otro de los tantos casos ocurrió en la campaña electoral del 12 de mayo de 1968 entre el candidato oficialista, Ing. David Samudio, y el Dr. Arnulfo Arias Madrid por la oposición. Los recursos del estado se utilizaban excesivamente a favor del candidato oficialista y el Tribunal Electoral de la época no intervenía. Mentiríamos si no reconociéramos que los recursos del estado se utilizaban para favorecer al candidato gubernamental en casi todos los procesos electorales panameños, situación anómala que el Tribunal Electoral debe empeñarse más en solucionar y evitar. En las elecciones de 1916 entre Ramón M. Valdés, respaldado por el Presidente Dr. Belisario Porras, tuvo un apoyo evidente de funcionario públicos a favor de su campaña. Inclusive se rumoró en aquella campaña presidencial que a los funcionarios públicos se les descontaba parte de sus salarios para sufragar los gastos de la campaña política. Todo tipo de irregularidades e intimidaciones y arrestos contra los simpatizantes del candidato opositor, Rodolfo Chiari Robles, quienes abandonaron el recinto ante la presión del oficialismo.
El mismo apoyo gubernamental se dedicó a favor del candidato oficialista Florencio Harmodio Arosemena en las elecciones del 5 de agosto de1928 contra su opositor Don Jorge E. Boyd, quien se retiró de la contienda electoral ante el evidente apoyo gubernamental.
Deshonroso fue el caso del torneo electoral de Marzo de 1936, cuando se utilizaron los recursos del estado a favor del candidato gubernamental Juan Demóstenes Arosemena contra el candidato opositor, Domingo Díaz Arosemena. La desfachatez del Jurado Nacional de esas elecciones fue tal, que primero reconoció el triunfo del candidato opositor Don Domingo Díaz Arosemena y posteriormente, el 7 de julio de 1936, después de la destitución de un integrante del Jurado Nacional de Elecciones anunció el triunfo del candidato del gobierno, Juan Demóstenes Arosemena.
Similares situaciones se vivieron en las elecciones de 1940, cuando el candidato opositor, Dr. Ricardo J. Alfaro, ante el apoyo notorio de los estamentos del gobierno a favor del candidato gubernamental Dr. Arnulfo Arias Madrid, se retiró de la campaña pues no habían las garantías indispensables para participar en la contienda electoral, de manera tal que el Dr. Arnulfo Arias Madrid es victorioso por quedar como candidato único. Y así algunas veces más y otras veces menos las campañas subsiguientes se han caracterizado por el mismo defecto hasta nuestros días.
De manera tal que estos ejemplos y otros más nos hacen un profundo llamado a la reflexión de todos los ciudadanos, estemos o no inscritos en partidos políticos, los independientes, principalmente a los tres Magistrados del Tribunal Electoral, sobre la gran responsabilidad que nos toca a todos enfrentar frente a las elecciones generales de Panamá a llevarse a cabo el 5 de mayo de 2024.
Si bien es cierto que a partir de la invasión estadounidense a Panamá en 1989 el comportamiento del Tribunal Electoral de Panamá ha mejorado sustancialmente, algunas irregularidades han estado presente en los últimos torneos electorales. La ejecutoria del Tribunal Electoral no puede retroceder a tiempos pasados, más bien debe superarse y mejorarse cada vez más y subsanar la eterna crítica del Tribunal Electoral por la población que ha sido testigo de las costumbres que se repiten en los diferentes gobiernos, que incluyen el uso indebido de los bienes del estado, incluyendo los fondos estatales para actividades partidarias de distintas naturalezas.
Exhortamos al Tribunal Electoral a mantener reglas claras de competencia, igualdad de derechos para todos los candidatos y partidos políticos e independientes. Reiteramos a los Magistrados que nuestro respeto hacia ellos emana de la labor sagrada que deben desempeñar antes, durante y, después de la realización de las elecciones, otorgarle el triunfo al candidato ganador de las elecciones del 5 de mayo de 2024. Los tres Magistrados del Tribunal Electoral serán los responsables ante el país, el mundo y la historia de que puedan los panameños sentirse orgullosos del respeto a su decisión.
Algunos casos interesantes de la política panameña
escrito por Rafael Fernandez Lara | octubre 20, 2023
Al hurgar los diferentes pormenores que constituyen e integran nuestra historia nacional, nos encontramos con hechos sui generis, sorpresas en situaciones que acontecen en el desempeño de la política y que no a pocos les debe llamar la atención por las realidades que conllevan estos sucesos fuera de serie.
— Pensar, por ejemplo, que en nuestro pequeño país la historia política reconoce que hubo tres períodos (de cuatro años) presidenciales con cinco presidentes de la República en cada uno de ellos. Veamos cuáles fueron:
Período Presidencial de 1 de octubre 1908 hasta 1 de marzo de 1910 (cuatro años)
No.
DESDE
HASTA
NOMBRE DEL PRESIDENTE
1
1 de octubre de 1908
1 de marzo de 1910
José Domingo de Obaldía (Titular)
2
1 de marzo de 1910
1 de octubre de 1910
Carlos Antonio Mendoza
3
1 de octubre de 1910
5 de octubre de 1910
Federico Augusto Boyd López
4
5 de octubre de 1910
Se separó del cargo desde el 2 de febrero hasta el 7 de marzo de 19121, reasumió el cargo el 8 de mayo de 1912 y finalizó el período el 1 de octubre de 1912
Pablo Arosemena Alba
5
2 de febrero de 1912
7 de marzo de 1912
Rodolfo Chiari Robles
Período Presidencial de 1 de octubre 1916 hasta 1 de octubre de 1920 (cuatro años)
1
1 de octubre de 1916
3 de junio de 1918
Ramón Maximiliano Valdés (Titular)
2
4 de junio de 1918
1 de octubre de 1918
Ciro Luis Urriola
3
1 de octubre de 1918
12 de octubre de 1918
Pedro Antonio Díaz
4
12 de octubre de 1918
26 de enero de 1920
Belisario Porras Barahona
5
26 de enero de 1920
1 de octubre de 1920
Ernesto Tisdel Lefevre
Período Presidencial de 1 de octubre 1948 hasta 1 de octubre de 1952 (cuatro años)
1
1 octubre de 1941
28 de julio de 1949
Domingo Díaz Arosemena (Titular)
2
28 de julio de 1949
20 de noviembre de 1949
Daniel Chanis Pinzón
3
20 de noviembre de 1949
24 de noviembre de 1949
Roberto Francisco Chiari
4
25 de noviembre de 1949
9 de mayo de 1951
Arnulfo Arias Madrid
5
9 de mayo de 1951
1 de octubre de 1952
Alcibiades Arosemena Quinzada
— Otra particularidad muy especial de nuestra política nacional, ha sido la candidatura única en elecciones presidenciales panameñas, fenómeno éste que se ha dado a pesar de que se trata de una aberración política y que, lo queramos o no, forma parte de la historia de nuestros procesos presidenciales.
El primer caso de candidato único elegido Presidente de la República correspondió a Don José Domingo de Obaldía, quien fue elegido el 2 de julio de 1908. Fue candidato único ya que su adversario político, Don Ricardo Arias Feraud, candidato del oficialismo, presentó su renuncia irrevocable a su candidatura presidencial el 6 de junio de 1908.
El segundo caso de candidato único a la Presidencia de la República se manifestó en las elecciones realizadas el 25 de junio de 1916, entre Ramón Maximiliano Valdés y Rodolfo Chiari Robles. Los delegados de Rodolfo Chiari Robles, quienes debían defender sus aspiraciones presidenciales, no se presentaron el día 2 de agosto de 1916 a la reunión de la Junta de Electores, por ende se eligió como candidato único presidencial a Ramón Maximiliano Valdés para el período 1916-1920.
En los comicios electorales del 5 de agosto de 1928 debieron concurrir dos candidatos principales, de credenciales impecables, el Ing. Florencio Harmodio Arosemena y el Dr. Jorge Boyd, candidato de la oposición. El día 3 de agosto de ese año, sólo dos días antes de las elecciones, el candidato Boyd de oposición retiró su candidatura, en protesta contra las reglas electorales por considerarlas irregulares y antidemocráticas por su objetivo de asegurar un fraude electoral. Así, el Ing. Florencio Harmodio Arosementa fue elegido como candidato único a la presidencia, siendo el tercer caso donde un candidato único presidencial participa y es elegido en un proceso eleccionario.
Las elecciones presidenciales anunciadas para el 2 de junio de 1940 con la participación del Dr. Arnulfo Arias Madrid como candidato único debido a que el Dr. Ricardo J. Alfaro, de la oposición, declinó su candidatura presidencial señalando que no existían las garantías indispensables para continuar su campaña y participaren unas elecciones que a todas luces serían deshonestas. Esta fue la última de las elecciones con candidato único presidencial hasta el presente.
A nuestro juicio, la historia considera éstas como elecciones constitucionales, pero bajo ningún concepto podrán ser llamadas democráticas.
— Otra aberración electoral observada en nuestra historia política concierne al recuento de votos en los procesos electorales presidenciales panameños. Lamentablemente, dentro de nuestra historia republicana de elecciones presidenciales hubo dos casos de recuento de votos, es decir, que originalmente el Jurado Nacional de Elecciones reconoció la victoria electoral a un candidato presidencial, para después aceptar el triunfo de otro. En ambos casos los candidatos favorecidos habían ocupado la segunda posición.
El primer caso de esta vergonzosa situación de recuento de votos sucedió en los comicios electorales del 7 de junio de 1936 para el período presidencial 1936 – 1940 entre Domingo Díaz Arosemena, de la oposición, y Juan Demóstenes Arosemena, el candidato oficialista. Los seguidores de Domingo Díaz Arosemena proclamaron su triunfo electoral, a pesar de los abusos y otras anomalías sufridos, tales como el denominado “paquetazo de Veraguas”, donde ocurrieron alteraciones de actas. Estas irregularidades pusieron al Jurado Nacional de Elecciones en una situación complicada pero el 7 de julio de 1936 la mayoría de los miembros de esa entidad reguladora reconoció el triunfo del candidato de la oposición, Don Domingo Días Arosemena, quien fue apoyado por el Frente Popular. Según los datos del Jurado Nacional de Elecciones, Domingo Díaz Arosemena superó al candidato oficialista Dr. Juan Demóstenes Arosemena por más de 1,400 votos. Sin embargo, de manera inimaginable y por Decreto Ejecutivo, removieron a un miembro del Jurado Nacional de Elecciones, basado esto en haber celebrado contratos con entidades del gobierno y se le reemplazó por uno adepto a la otra candidatura. A pesar de esta arbitrariedad, la mayoría del Jurado Nacional de Elecciones expidió a Don Domingo Díaz Arosemena las credenciales de Presidente Constitucional Electo. Acto seguido, se le negó la entrada al Jurado Nacional de Elecciones que había favorecido a Díaz Arosemena, y en su reemplazo un nuevo, ahora pro-gubernamental Jurado Nacional de Elecciones anuló las resoluciones del 30 de diciembre de 1935 y del 30 de abril de 1936 –que declaraban al Dr. Juan Demóstenes Arosemena inelegible y procedió a extenderle las credenciales como Presidente de la República para el cuatrienio 1936 – 1940, como resultado de un Jurado Nacional de Elecciones que hizo un recuento de los votos populares. Según este Jurado Nacional de Elecciones, adepto al gobierno, Juan Demóstenes Arosemena obtuvo 41,827 votos y Domingo Díaz Arosemena obtuvo 39,982, para una diferencia de votos de 1,765 a favor del candidato oficial.
El segundo caso de recuento de votos se desarrolla en las elecciones del 9 de mayo de 1948 cuando se le reconoce la victoria electoral a Don Domingo Díaz Arosemena entre cinco candidatos presidenciales, en un torneo electoral caracterizado por diversidad de irregularidades. El 31 de julio de 1948, el Jurado Nacional de Elecciones terminó el escrutinio con 72,153 votos por el candidato Díaz Arosemena, mientras su adversario más cercano, el Dr. Arnulfo Arias Madrid, obtuvo 71,073 sufragios, para una diferencia a favor de Díaz Arosemena de 1,116 votos. Mas, por otro lado, un medio escrito no oficial le dio el triunfo al Dr. Arnulfo Arias Madrid, pero esto no impidió que el 1 de octubre de1948 Don Domingo Díaz Arosemena asumiera la Presidencia de la República para el cuatrienio 1948 – 1952. A menos de un año de ejercer el cargo, teniendo 73 años y dando serias señales de deterioro de su salud, el Presidente Díaz Arosemena murió el día 23 de agosto de 1949 en la ciudad de Panamá. Lo reemplazó su Primer Vicepresidente, el Dr. Daniel Chanis Pinzón, quien poco después procedió a remover al Jefe de la Policía Nacional, José Antonio Remón Cantera, orden que no fue acatada por la entidad castrense. El Presidente Chanis fue destituido/forzado a renunciar y asumió el cargo el Segundo Vicepresidente, Don Roberto Francisco Chiari, quien a su vez se retiró por decisión propia cuando la Corte Suprema de Justicia declaró ilegítima la renuncia del Dr. Daniel Chanis. Esto a su vez causó que el alto mando de la Policía Nacional reconociera al candidato derrotado en las elecciones de hacía un año, Dr. Arnulfo Arias Madrid. Increíble pero cierto, más de un año después de las elecciones, el Jurado Nacional de Elecciones señaló que el “verdadero” desenlace del torneo electoral del año 1948 fue el siguiente: Arnulfo Arias Madrid, 74,080 votos; Domingo Díaz Arosemena, 71,536 sufragios. Es decir, después del recuento de votos, la diferencia de 2,544 votos favoreció a Arias Madrid sobre Díaz Arosemena, quien había gobernado por nueve (9) meses y 27 días como Presidente de la República.
Los dos únicos casos expuestos de recuento de votos presidenciales representa, sin lugar a dudas, la descomposición política imperante de aquellos años entre los grupos de la clase política, incluyendo a los castrenses, quienes no escapaban protagonismo con su participación en la toma de decisiones, anteponiendo, como todos, sus intereses por encima de la voluntad popular.
— En cuanto a los golpes de estado, nuestro pequeño país tampoco ha sido inmune a los golpes de estado, al igual que otros países del continente, aunque en menor grado.
No son muchos los que conocen que a menos de un año de nuestra independencia de Colombia el 3 de noviembre de 1903, se gestaría el primer intento de golpe por el General Esteban Huertas López, quien fue nombrado Comandante General del Ejército por la Junta Provisional de Gobierno en reconocimiento de sus servicios a la independencia de Colombia. Teniendo en cuenta el malestar de un Partido Liberal deseoso de mayor beligerancia en el gobierno, éste solicitó los buenos oficios del General Esteban Huertas López, para lograr que el Presidente Manuel Amador Guerrero, de afiliación conservadora, removiera algunos secretarios (ministros) de su gobierno. La respuesta del Presidente Amador Guerrera fue acceder a la solicitud sólo de manera parcial, por lo que el General Huertas lanzó una proclama contra el Presidente Amador y buscó el apoyo del Primer Designado (Vicepresidente) Dr. Pablo Arosemena, liberal, quien rechazó tales planes golpistas. Ante el consecuente ambiente de intranquilidad, la delegación de los Estados Unidos de América en Panamá le recomendó al Dr. Amador Guerrero la destitución del General Huertas y ordenar la disolución del ejército, hechos que se ejecutaron el 18 y 20 de noviembre de 1904. Este fue el primer intento de golpe de estado en contra de nuestra incipiente república, que afortunadamente no se concretó.
El primer golpe de estado aconteció en el gobierno del Ing. Florencio Harmodio Arosemena, quien asumió la presidencia el 1 de octubre de 1928. En 1931, a 27 meses de ejercer el cargo, el Movimiento Acción Comunal llevó a cabo el primer golpe de estado registrado en nuestra historia republicana. Fue una acción armada que involucró el arresto del Presidente Arosemena y se le obligó a renunciar al algo cargo. Con la renuncia obligada del presidente, obviamente no se respetó el orden constitucional, por lo que se trató de buscar una salida “constitucional” patrocinada por la Corte Suprema de Justicia, tratando de ocultar lo que verdaderamente fue un golpe de estado.
Otro golpe de estado ocurrió durante la primera administración del Dr. Arnulfo Arias Madrid. En las elecciones celebradas el 9 de mayo de 1941, el Dr. Arias obtiene la victoria electoral como candidato único en las elecciones. El día 7 de octubre de 1941, el Presidente Arias viaja a Cuba sin solicitar la autorización de la Asamblea Nacional. Esta situación fue aprovechada por sus enemigos internos y externos para derrocarlo, según los golpistas, por haber violado la Constitución Nacional. Se registra así el segundo golpe de estado en Panamá.
El tercer golpe de estado en Panamá sucede cuando el Presidente Arnulfo Arias Madrid asume el ejercicio del cargo como consecuencia de un recuento de votos realizado en 1949 con suma rapidez por el Jurado Nacional de Elecciones, que determinó que el Dr. Arias Madrid había ganado los comicios de 1948. El Dr. Arnulfo Arias Madrid ocupó la presidencia por segunda vez el 24 de noviembre de 1949. Posteriormente fue depuesto por una ola de protestas y una revuelta popular, con el apoyo de la Guardia Nacional, en respuesta al gobierno autoritario que imponía. El Dr. Arias fue juzgado por la Asamblea Nacional fue encontrado culpable, privándolo así en forma vitalicia del ejercicio de sus derechos políticos. En este tercer golpe de estado hubo detenidos, tres muertos y más de un centenar de heridos. En 1960, durante el gobierno de Don Roberto F. Chiari, se restituyeron los derechos políticos al Dr. Arias y se le permitió inscribir un partido político.
El cuarto golpe de estado ocurrido en Panamá fue el 11 de octubre de 1968 en horas de la noche, protagonizado por la Guardia Nacional, en un movimiento liderizado por el Mayor Boris Martínez y otros oficiales. El Dr. Arias Madrid tenía solo 11 días de gobierno. Los castrenses justificaron su acción mediante un comunicado, alegando que fue por la burla al querer popular de los comicios de 1968 con el despojo de diputaciones así como la crisis y decadencia de la clase política. El dominio de los castrenses se extiende y se posesiona de la historia de Panamá por varios lustros.
Al resumir los cuatro golpes de estado que hemos tenido en el país, ha sido necesario omitir ciertos pormenores por razones de espacio. También es importante recordar que en el devenir histórico hubo distintos proyectos de intentos golpistas, algunos brevemente narrados en los textos de historia y otros ocultos por sus conspiradores y protagonistas, que han sabido mantenerlos ocultos en el más profundo silencio. Lo cierto es que los golpes de estado en Panamá y en cualquier parte del mundo traen desasosiego, discordia y violaciones de los derechos humanos, exilios y asesinatos.
— Nuestro país, en su corta historia política, ha tenido múltiples ejemplos de presidentes de la república que murieron en el ejercicio de su alto cargo gubernamental.
El primero que contemplamos en nuestra pequeña república fue el de Don José Domingo de Obaldía, nuestro segundo Presidente Constitucional. Fue elegido para el cuatrienio 1908- 1912, sin embargo fue el primer presidente que falleció en el ejercicio de la primera magistratura, de un ataque al corazón, el 1 de mayo de 1910, a la edad de 65 años. Fue presidente desde el 1 de octubre de 1908 hasta el 1 de marzo de 1910.
El segundo fue el caso del séptimo presidente constitucional de la República de Panamá para el cuatrienio 1916 – 1920, el Dr. Ramón Maximiliano Valdés. El Dr. Valdés fue elegido a la edad de 48 años, abogado, compositor, músico, poeta, periodista y dominaba varios idiomas, como el francés, italiano, inglés y español. Este gobernante panameño repentinamente falleció el 3 de junio de 1918 de un ataque cardíaco en la ciudad de Panamá a la edad de 50 años. Así, el Dr. Valdés sólo gobernó desde el 1 de octubre de 1916 hasta el 3 de junio de 1918.
El tercer ejemplo trata del Dr. Juan Demóstenes Arosemena quien salió favorecido en las elecciones presidenciales celebradas el 7 de junio de 1936, convirtiéndose en el 18avo presidente constitucional de la República de Panamá. El Dr. Arosemena ejerció el cargo de Presidente desde el 1 de octubre de 1936 hasta el 16 de diciembre de 1939, cuando muere de muerte natural en Penonomé, a los 63 años de edad.
El cuarto caso recayó en Don Domingo Díaz Arosemena, quien fue favorecido en las elecciones celebradas el 9 de mayo de 1948, para el cuatrienio 1948 – 1952. Fue el presidente constitucional de mayor edad en asumir el cargo en la historia republicana en esos momentos. El día 17 de julio de 1949, el septuagenario presidente se vio obligado a abandonar el poder por razones de salud, solicitando una licencia para tal fin. El día 23 de agosto de 1949, Don Domingo Díaz Arosemena, fallece en la Clínica San Fernando, convirtiéndose en el cuarto mandatario constitucional que perece en el ejercicio de su cargo.
En las elecciones de mayo de 1952, el entonces Ex Comandante José Antonio Remón Cantera, logró una aplastante victoria contra su adversario, Roberto F. Chiari, convirtiéndose así en el presidente constitucional de la República de Panamá para el período 1952 – 1956. El Presidente Remón fue asesinado a los 46 años de edad el domingo, 2 de enero de 1955 en los predios del Hipódromo Juan Franco, aproximadamente a las siete de la tarde. El Presidente Remón se encontraba festejando el triunfo de su caballo con un grupo de amigos. El Presidente Remón Cantera ocupó la presidencia desde el 1 de octubre de 1951 hasta el 2 de enero de 1955. Fue el presidente constitucional número 29 y fue el quinto y último, a la fecha actual, presidente elegido por voto popular que fallece en el desempeño de su alto cargo gubernamental.
— Nuestra política nacional tampoco ha sido ajena a los casos de presidentes de la república que han sido juzgados por el Órgano Legislativo, atribución que ha estado presente en todas las constituciones nacionales que hemos tenido.
El primer juzgamiento real de la Asamblea Nacional de Diputados contra un presidente fue contra el Dr. Arnulfo Arias Madrid el 16 de marzo de 1949. Arias Madrid había asumido el cargo el 25 de noviembre de 1949, como consecuencia de un recuento de votos de las elecciones de1948, cuya victoria originalmente se le atribuyó a Domingo Díaz Arosemena y después al Dr. Arnulfo Arias Madrid. Al finalizar su juicio el Dr. Arias Madrid lo declararon culpable del delito de extralimitación de sus funciones constitucionales y fue destituido de su cargo de presidente de la república e inhabilitado perpetuamente para ejercer cargo público. Sin embargo, el próximo gobierno, presidido por Roberto Francisco Chiari, con una votación de 38 diputados a favor y 13 en contra, se reformó la sentencia del 25 de marzo de 1951 y se le devolvieron los derechos políticos al Dr. Arias. Esta reforma contó con el apoyo de la Corte Suprema de Justicia.
El segundo caso involucra acontecimientos relacionados al Presidente José Antonio Remón Cantera, quien tomó posesión de su cargo el 1 de octubre de 1952. Después de dos años y dos meses de ejercer el cargo de presidente, Remón Cantera fue asesinado en el Hipódromo Juan Franco. Fue reemplazado por su Primer Vicepresidente, Ingeniero José Ramón Guizado. El Presidente Guizado es sindicado como autor intelectual del asesinato. Una comisión investigativa de la Asamblea Nacional de Diputados lo separó del cargo de presidente. El 15 de enero de 1955 el Segundo Vicepresidente, Ricardo Arias Espinoza, lo sustituyó y tomó posesión como Presidente de la República. En un juicio rápido y controversial la Asamblea condenó a Guizado a la destitución del cargo y pena de prisión por 10 años, quedando reducida a seis años y ocho meses de reclusión. Cuarenta y tres diputados votaron a favor de esta sentencia, ocho la objetaron y formularon un salvamento de voto. Poco menos de dos años después, un juzgado de conciencia declaró inocentes a los acusados y detenidos por el crimen de Remón. Es decir, se concluyó que si no había autor material del crimen entre los que estaban acusados y detenidos, mucho menos hubo autoría intelectual en la persona del Presidente Guizado. La Corte Suprema de Justicia se vio obligada a decretar la libertad inmediata del Ingeniero José Ramón Guizado, quien salió de la cárcel el 10 de diciembre de 1957, colocando al Organo Legislativo en una lamentable situación histórica.
El siguiente caso sucede cuando en las elecciones de 1964 salió favorecido Don Marco A. Robles como Presidente de la República. Al principio el Presidente Robles contaba con el apoyo de una gran mayoría de diputados. Al final de su gestión el Presidente Robles fue acusado ante la Asamblea Nacional por extralimitación de funciones constitucionales debido al respaldo excesivo que dio a favor del candidato de gobierno para las elecciones de 1968, Ingeniero David Samudio Avila. La ahora opositora mayoría de diputados juzga al Presidente Robles y éste fue destituido el 24 de marzo de 1968 en un apresurado proceso. En el mes de Marzo de 1968, el Organo Judicial estaba de vacaciones. Ante tal situación, los defensores del Presidente Robles presentaron un Amparo de Garantías Constitucionales ante un Juez Municipal de Turno, quien lo recibió y lo guardó hasta que la Corte Suprema de Justicia reanudara sus funciones en el siguiente mes de Abril de 1968. Al reanudar sus funciones, la Corte Suprema de Justicia declaró el proceso como viciado de nulidad, revocando lo actuado por la Asamblea Nacional y ordenó el archivo del expediente, manteniendo así el Presidente Robles su cargo de Presidente.
El último caso de presidente juzgado por la Asamblea Nacional se desarrolla cuando se reconoció la victoria en el torneo electoral de 1984 al Dr. Nicolás Ardito Barletta como Presidente de la República, Eric Arturo Delvalle como Primer Vicepresidente y el Dr. Roderick Esquivel como Segundo Vicepresidente. A un año de ejercer el cargo, el 26 de septiembre de 1985, el Dr. Barletta renunció de su cargo. Lo sustituyó Eric Arturo Delvalle y el Dr. Esquivel pasó a ser Primer Vicepresidente. El 25 de febrero de 1988, el Presidente Eric Arturo Delvalle, en el ejercicio de sus funciones constitucionales, anunció al país que separó de su cargo al Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa, General Manuel Antonio Noriega y además que haría cambios en la Jefatura de la institución. Las Fuerzas de Defensa no acataron la orden del Presidente y éste se refugió en la Embajada de los Estados Unidos en Panamá hasta que fue posible su salida del país con destino a Washington, D.C. En la madrugada del 26 de febrero de 1988, la mayoría de diputados de la Asamblea Nacional, sometidos a los castrenses, de manera apresurada aprobó la destitución del Presidente Eric Arturo Delvalle y la del Vicepresidente Dr. Roderick Esquivel, sin mediar renuncia de ellos a sus cargos, dando lugar a que el Lic. Manuel Solís Palma, Ministro de Educación, fuese designado Ministro Encargado de la Presidencia. Este fue un juicio rápido. El Organo Legislativo no se declaró en sesión judicial y no se cumplieron una serie de condiciones elementales para un proceso de tal naturaleza. Esta fue una sesión flagrantemente violatoria de las normas constitucionales, entre ellas primero destituir al Presidente e inmediatamente destituir al Vicepresidente Esquivel, una conducta totalmente irregular.
Cuando analizamos todos estos casos de presidentes juzgados por la Asamblea Legislativa notamos el papel que desempeñó la fuerza pública, cuya participación fue determinante en estos procesos. Igualmente, de acuerdo a sus intereses, el papel que jugó la Corte Suprema de Justicia en algunos de los casos expuestos, ya sea confirmando el proceso o declarándolo viciado de nulidad. También jugó un papel importante las rivalidades políticas, aunado a la discordia entre las clases poderosas, con sed de control del poder político. El ´quítate tú para ponerme yo´, a nuestro juicio imperó en todos estos juzgamientos, que no deben ser olvidados y mucho menos repetidos.
Ya para terminar con este pantallazo de casos interesantes acontecidos en nuestra política tumultuosa-desordenada-subdesarrollada, termino mencionando la vida política de un gran abogado y político que durante su devenir político ocupó posiciones de mucha envergadura en el país y lo que más me llama la atención es que se convirtiera en el panameño que más veces ocupó el alto cargo de Designado (Vicepresidente) de la República, Don Carlos Laureano López, en los períodos 1924-1926, 1926-l1928, 1928-1930 y 1930-1932. Sin embargo, este connotado abogado político jamás se encargó del Organo Ejecutivo, otra de las particularidades de nuestra política.
Finalizo evocando aquella frase “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”, sentencia que encierra una gran sabiduría y es positivo recordarla.
Recordando al benemérito prócer Eusebio Antonio Morales
escrito por Rafael Fernandez Lara | octubre 20, 2023
Rememorar a nuestros próceres es una tarea obligada para todos los que somos panameños y que nos sentimos orgullosos de nuestra identidad nacional, habiendo nacido o adoptado este pequeño y hermoso país, bendecido por Dios.
El insigne Eusebio Antonio Morales Magallón nació en Sincelejo, Estado de Bolívar, Colombia, el 5 de febrero de 1865, hijo de Juan José Morales y Ramona Magallón de Morales. Estudió Derecho en la Universidad de Cartagena y desde temprano militó en el Partido Liberal Colombiano. De aproximadamente veintiún años se estableció en Colón, Departamento de Panamá, donde se casó con distinguida dama panameña, Doña María Enriqueta Bermúdez de Morales, con quien tuvo seis hijos. Ejerció la práctica privada como profesional del Derecho hasta el estallido de la Guerra de los Mil Días, donde se incorporó al movimiento revolucionario liberal, junto a sus colegas Belisario Porras Barahona, Carlos A. Mendoza y los Generales Benjamín y Emiliano Herrera. Con el rango de Coronel se embarcó en la nave La Monotombo con Belisario Porras y Carlos A. Mendoza, quien llegó a ser su más íntimo amigo, y participó en la invasión que desembarcó en San Bartolo, cerca de Charco Azul en Punta Burica, Chiriquí. Una vez finalizada la guerra, representó a los revolucionarios en la firma del Tratado de Wisconsin, a bordo del navío USS Wisconsin, el 21 de noviembre de 1902.
El día de nuestra independencia de Colombia, glorioso 3 de noviembre de 1903, el Dr. Eusebio A. Morales formó parte del movimiento independentista y le tocó el gran honor de formar parte del primer gabinete de gobierno de la Junta de Gobierno Provisional de la nueva República de Panamá, como Secretario (Ministro) de Gobierno y la gran responsabilidad de ser uno de los fundadores de la república. Como tal, le tocó redactar el Manifiesto de la Independencia de Panamá y los objetivos de la nueva nación panameña, encomendado por Don José Agustín Arango. Igualmente el Prócer Morales elaboró el Mensaje de la Junta de Gobierno Provisional a la Convención Nacional Constituyente, ocupando la Secretaría (Ministro) de Gobierno de la incipiente república, por lo cual le tocó colaborar en la elaboración de nuestra primera Constitución de 1904.
El insigne Dr. Morales ocupó posiciones de gran importancia en el país, entre ellas la de Diputado y Presidente de la Asamblea Nacional de Diputados, Secretario (Ministro) de Relaciones Exteriores, Secretario (Ministro) de Hacienda y Tesoro, Embajador de Panamá en Washington, Estados Unidos, y Comisionado por Panamá para la negociación de un nuevo tratado sobre el Canal de Panamá. Co-negociador del Tratado de 1926 con los Estados Unidos de América. Fue Jefe de la Delegación Panameña ante la Sociedad de las Naciones y Ministro de la República ante los gobiernos de Holanda y Bélgica. Fue uno de los jefes del Partido Liberal y es considerado uno de los estadistas más destacados de la República de Panamá. Asimismo impulsó el diseño y la construcción de las carreteras nacionales y el buen uso del Ferrocarril de Panamá.
Fue miembro fundador del Primer Comité Ejecutivo de la Cruz Roja Nacional de la República de Panamá en 1917. Fue catedrático de la entonces llamada Facultad Nacional de Derecho. También se destacó en los predios del periodismo y fue fundador del periódico Diario de Panamá. Llegó a formar parte del selecto grupo de 18 connotados intelectuales panameños nombrados miembros de la Academia Panameña de la Lengua desde su fundación el 9 de agosto de 1926. Fue miembro de agrupaciones científicas y artísticas nacionales, regionales e internacionales. Recibió la Medalla al Mérito de Primera Clase de la República de Ecuador y la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos.
El Dr. Morales se desempeñó como Secretario de Instrucción Pública con sagacidad e iniciativa en su mandato, organizando la enseñanza primaria. Gran sentido pedagógico reveló en su discurso en la inauguración del Instituto Nacional, el cual se consagró en su gestión como Secretario de Instrucción Pública del gobierno constitucional de Don José Domingo de Obaldía. Este colegio público fue fundado el 1 de junio de 1907 e inaugurado el 25 de abril de 1909 durante la administración del Presidente Don Domingo de Obaldía, en un acto de gran importancia en presencia de selecta concurrencia de altas personalidades del gobierno nacional. Al principio trabajaron profesores extranjeros y también panameños de la talla de un José D. Moscote, Ricardo J. Alfaro, Narciso Garay y el mismo Eusebio A. Morales entre otros distinguidos panameños. Hay que destacar que el constante esfuerzo y esmero, así como firme determinación del Dr. Eusebio A. Morales lo convirtieron en el alma creadora que condujo al inicio de labores del Instituto Nacional el 25 de abril de 1909. Así, el Prócer Morales es considerado por muchos como el Padre del Instituto Nacional y por éste y muchos otros méritos más de este estadista, se pensó bautizar con su nombre el primer plantel de educación secundaria creado en la República de Panamá.
Al respecto es importante citar el contenido de la Ley 20 de 21 de octubre de 1930, cuyo contenido dice textualmente: “Después de las consideraciones hechas por la Asamblea Nacional en memoria del Doctor Eusebio Antonio Morales, prócer de la patria, como consecuencia de su fallecimiento y los grandes servicios prestados al país, DECRETA:
Artículo 1. La República de Panamá deplora hondamente la trágica desaparición del Doctor Eusebio Antonio Morales y reconoce los importantes servicios que le prestó tan distinguido ciudadano, prócer y eminente estadista.
Artículo 2. Como testamento elocuente de este reconocimiento, se erigirá un busto de este destacado hombre público en uno de los parques o paseos de la ciudad de Panamá, en la misma forma y con la misma inscripción de los bustos a los próceres de que trata el Artículo 3 de la Ley 49 de 1924.
Artículo 3. Un retrato al óleo del Doctor Morales será colocado en la Secretaría de Hacienda y Tesoro, a cuyo frente estuvo por largos años el notable hacendista.
Artículo 4. El Instituto Nacional de Panamá se llamará en lo sucesivo EUSEBIO A. MORALES, en reconocimiento perenne de sus nobles esfuerzos en pro de la cultura patria.
Artículo 5. El gobierno costeará la educación de uno de los nietos del ilustre prócer hasta por cinco años, en una institución nacional o extranjera.
Artículo 6. En el presupuesto de gastos de la próxima vigencia económica y en los sucesivos se incluirá la partida que sea necesaria para dar cumplimiento a la presente ley.
Artículo 7. Un ejemplar de la misma, con firmas autógrafas, será enviada a la viuda e hijos del Doctor Morales.
Artículo 8. Esta ley regirá desde su sanción.
Dada en Panamá, a los veinte días del mes de octubre del año mil novecientos treinta.
Comuníquese y Ejecútese. F.H. AROSEMENA, DANIEL BALLEN. El Secretario de Gobierno y Justicia.”
El subrayado es nuestro.
Sin embargo, se consideró que nuestros primeros gobernantes en su conjunto formaban parte de una logia masónica, y, sospechándose una posible confrontación con la sociedad religiosa preponderante, según algunos se decidió por identificar al Instituto Nacional con un nombre original que fuera razonable con la naturaleza de este primer centro educativo de Panamá. Así, posteriormente se promulgó la Ley 43 del 20 de noviembre de 1930, por medio de la cual se estableció lo siguiente:
“Artículo 2. El establecimiento docente creado por la Ley 22 de 1907 conservará el nombre de Instituto Nacional.”
“Artículo 4. La biblioteca del Instituto Nacional se llamará en lo sucesivo Biblioteca Eusebio A. Morales, en reconocimiento de sus nobles esfuerzos en pro de la cultura patria.”
Otro detalle importante de la vida de este connotado pensador político sucedió durante la campaña presidencial de 1916, cuando obtuvo el triunfo electoral Ramón Maximiliano Valdés como candidato único, ya que su adversario, Rodolfo Chiari Robles y sus partidarios no concurrieron a las urnas. Ramón Maximiliano Valdés fue un ungido del Presidente Belisario Porras y lo ayudó enormemente para que lograra la Presidencia de la República. Por su parte, el Dr. Eusebio A. Morales también apoyó la candidatura de Maximiliano Valdés, quien inmediatamente lo nombró en su gabinete como Secretario (Ministro) de Gobierno y Justicia. Una vez asumida la Presidencia de la República del Dr. Ramón Maximiliano Valdés se planteó la posibilidad de hacer reformas a la Constitución Nacional de 1904. Entre los cambios que se perseguían estaba la abolición de la pena de muerte, la creación de la figura del Vice-Presidente y otros cambios muy importantes como lo era el reemplazo de la cláusula que señalaba que para aspirar a la Presidencia de la República había que ser “panameño por nacimiento”, a fin de permitir que el Dr. Eusebio A. Morales, quien había nacido en Sincelejo, Colombia, pudiera aspirar y fungir en el cargo de Presidente de la República. Así, durante el gobierno del Presidente Valdés, la discusión se dividió entre los que estaban de acuerdo con hacer las reformas y los contarios a ellas. El Presidente Valdés murió inesperadamente el 3 de junio de 1918 en pleno debate a favor y en contra de las reformas. Algunos sostienen que el Presidente Valdés no tomó partido sobre el tema, sin embargo sus amigos, al igual que los Chiaristas, sí las favorecían. Por el contrario, los Porristas se manifestaban en contra de las reformas porque se sabía que el Dr. Belisario Porras aspiraba a sustituir al Presidente Valdés. Por otra parte, otros sostienen que antes de fallecer el Presidente Valdés había manifestado su oposición a las reformas. Otra tesis sostiene que la Asamblea Nacional había aprobado en primera instancia todas las reformas constitucionales en Marzo de 1918 y éstas fueron sancionadas por el Presidente Valdés y su Secretario (Ministro) de Gobierno y Justicia Eusebio A. Morales. Sin embargo, se requería una ratificación final de la siguiente Asamblea, que sería electa en Julio de 1918.
Luego de su fallecimiento, el Presidente Valdés fue reemplazado temporalmente por su Primer Designado (Vice-Presidente), Dr. Ciro Urriola, quien estaba en contra de las reformas y por ende del Artículo 70 ya citado. El Dr. Urriola cambió al Dr. Eusebio A. Morales en su posición de Secretario de Gobierno e intervino para que en las elecciones de 1918 para Diputados se lograra que la Asamblea fuera contraria a las reformas. La Asamblea Nacional conformada por Diputados electos en 1918, eligió al Dr. Belisario Porras como Primer Designado (Vice-Presidente). El haber sido elegido como Primer Designado llevó al Dr. Porras a ser Presidente de la República una vez más, pues cuando venció el período del Dr. Urriola en reemplazo del Dr. Valdés, fue reemplazado por el Dr. Porras. El Dr. Porras rechazó la modificación del Artículo 70 de la Carta Magna que había sido aprobada por la Asamblea Nacional previa a 1918.
Obviamente, al referirnos a la vida de este prestigioso prócer de la Patria nos quedamos cortos en la narración de todos los pormenores de lo que fue su encomiable vida y los innumerables logros que dejaron huellas imborrables en nuestro país. Como consecuencia de un trágico accidente automovilístico falleció el 8 de febrero de 1929 a los 64 años de edad, lo que representó una fecha de triste recordación y también de mucho dolor. Es deber de todos aquellos que defendemos y tenemos fé en nuestra nacionalidad panameña mantener su recuerdo en nuestra memoria para así fortalecer y consolidar nuestra identidad nacional.
El Dr. Morales fue un hombre de un intelecto excepcional, de raciocinio ingenioso y en todo momento y circunstancia dispuesto a servir a su país. Prueba de ellos es que el Dr. Morales ocupó todas las Secretarías (Ministerios) de la época, excepto la Secretaría (Ministerio) de Fomento y Obras Públicas.
Dejó muchas destacadas obras, ensayos, documentos y enjundiosos discursos, como el pronunciado en Ginebra en 1927, dignos de admirar. Sin ser economista de profesión, también se refirió con lucidez a trabajos referentes a las condiciones económicas del país, recomendando ciertas reformas al sistema tributario y sobre nuestro Banco Nacional.
Ciertamente el país quedó en deuda con el Prócer Don Eusebio A. Morales al no prosperar aquel momento reformista del Artículo 70 de nuestra primera Constitución Nacional de 1904 que exigía “la calidad de panameño por nacimiento para ser Presidente de la República”, privando así al país de tener uno de sus hijos más preclaros, honestos, inteligentes, preparados, patriotas, aunado a una conducta recta, como Primer Magistrado de la Nación.
Nadie está por encima de la Ley
escrito por Rafael Fernandez Lara | octubre 20, 2023
En un Estado de Derecho, una persona sólo puede ser castigada por violar una ley que se ha establecido y nada más. La igualdad ante la ley significa que no debe haber discriminación de una persona. Este concepto procede de la teoría del Estado de Derecho. Por consiguiente, no debe haber persona ni grupo superior, por ende ni la ley ni autoridad alguna podrán crear diferencias injustas. Todos los individuos que cometen un delito en particular reciben la misma sanción indistintamente de lo que sea esa persona y su estatus en general.
Dicha expresión es muy frecuentemente utilizada por conocidos políticos, presidentes, dirigentes de distintos gremios, etc. Veamos algunos pronunciamientos recientes al respecto. Mike Pence, exvicepresidente de Donald Trump, se pronunció sobre la posible detención de Trump diciendo “Nadie está por encima de la ley”. Durante la campaña presidencial mexicana de 2018, cuando era candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, uno de los principales puntos de sus discursos era la frase “Nadie por encima de la ley”, comprometiéndose a combatir la impunidad y la corrupción. No son pocos los que han hecho mención de tal frase, antes, ahora y seguro lo seguirán haciendo en el futuro.
En estos momentos el expresidente Trump comienza a enfrentar una serie de acusaciones, siendo la primera en haber encubierto ilegalmente un pago de US$130,000, realizado por su joven y cercano abogado Michael Cohen a la estrella porno Stormy Daniels para silenciarla sobre una relación antes de las elecciones de 2016. Este hecho podría representar, llegado el caso, un delito de campaña. Como es característico de Trump, niega totalmente los hechos, intimida a los fiscales, hace llamados a sus irracionales y leales copartidarios a unirse a él en protestas para, según él, recuperar la Nación. Sus tácticas nos recuerda el llamado que hizo a sus seguidores el fatídico 6 de enero de 2021, induciendo a la violencia para favorecer sus intereses y alterar el resultado electoral que lo desfavoreció y, para decirlo con toda claridad, “dar un golpe de Estado”.
El partido al que pertenece, el Republicano, dejó de ser lo que fue. Por el momento es un partido secuestrado por un expresidente demagogo e intensamente mentiroso, apoyado por fervientes correligionarios que han intimidado a la mayoría de sus legisladores y funcionarios, quienes lamentablemente les temen por asegurar sus carreras políticas.
Como es ya usual, Donald Trump trata de politizar este y otros casos que le vienen para distraer la atención de las acusaciones en su contra. Lo cierto y evidente es que un Gran Jurado de Nueva York presentó cargos al expresidente Donald Trump y lo convierte así en el primer expresidente de E.E.U.U. en enfrentar cargos penales en toda la historia nacional de su país. Como si fuera poco, el mendaz expresidente es investigado por el Departamento de Justicia por su intento de subversión electoral y de incitación al asalto del Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando cientos de sus seguidores sediciosos irrumpieron en momentos en que los legisladores ratificaban la victoria del candidato del Partido Demócrata, Joe Biden en las elecciones de Noviembre de 2020. Trump perdió esas elecciones de 2020 por más de siete (7) millones de votos populares, ventaja que es la segunda mayor desde el año 2000. Esta ventaja también fue dos veces y medio mayor que aquella del voto popular de Hillary Clinton sobre Trump en el año 2016. Con su característico culto a la mentira, Trump y sus fanáticos insisten en que se trató de un fraude electoral, por supuesto sin aportar pruebas que validen la temeraria mentira.
Por otro lado, el apellido Trump continúa ligado a investigaciones criminales. La Organización Trump fue declarada culpable de fraude y falsificación de registros comerciales y fue multada por US$1.6 millones. Su Director Financiero, alto ejecutivo, fue condenado a cinco meses de cárcel.
Trump se declara inocente de todo y señala que la multiplicidad de acusaciones en su contra se trata de la mayor cacería de brujas en la historia, por motivaciones políticas. Esto incluye también al Departamento de Justicia que investiga el hallazgo de documentos oficiales clasificados del gobierno en su mansión privada llamada Mar-A-Lago en el Estado de Florida. Le confiscaron aproximadamente 11,000 documentos oficiales, incluídos cerca de 100 marcados como clasificados, algunos de ellos con marcación de ultrasecretos. Expertos y observadores han opinado que esta investigación criminal puede implicar también cargos contra el expresidente Trump. En este caso ocurrió una redada del FBI, autorizada por un juez. Algunos creen que posiblemente el falaz expresidente pudo haber violado la Ley de Espionaje al haber extraído de la Casa Blanca y haber mantenido en su propiedad información de seguridad nacional, que pudiera perjudicar a los Estados Unidos. Igualmente, en este caso se está considerando cargos por obstrucción de la justicia como otro posible delito.
Otro de los casos que tiene ocupados a varios organismos federales investigando, y que para mí constituye un acto extremadamente vergonzoso para la gran democracia estadounidense, es el supuesto papel de Trump en el ataque al Capitolio, acontecido el 6 de enero de 2021, cuando una turba de sus seguidores se toma violentamente la sede del Congreso de los Estados Unidos, con el indudable y evidente objetivo de suspender la confirmación de la diáfana victoria electoral de Joe Biden, candidato presidencial del Partido Demócrata. La investigación se centra en determinar la participación de Trump en este bochornoso acto. El Congreso designó un comité que investigó por 18 meses la participación de Trump, realizando múltiples audiencias televisadas para presentar el argumento de que las denuncias no sustanciadas de Trump sobre fraude electoral condujeron directamente al motín. Al finalizar estas audiencias, el Comité del Congreso acusó a Trump de incitar a la insurrección y otros delitos, en lo que prácticamente fue un vulgar intento de golpe de estado. Esta es una investigación de enormes implicaciones para la historia del país pues incluye todos los esfuerzos que se hicieron para anular las elecciones presidenciales del Año 2020. El Comité del Congreso determinó recomendar cuatro cargos penales contra Donald Trump que luego envió al Departamento de Justicia.
La investigación criminal del Departamento de Justicia también ha tocado a muchas personas que intervinieron en el asalto al Capitolio y que también han sido acusadas. En su usual y predecible actitud de “tirar la piedra y esconder la mano”, Trump negó ser responsable de la revuelta, a pesar de lo que el mundo entero vio y escuchó los testimonios de los involucrados que incriminan a Trump. Algunos de ellos ya han sido juzgados y sentenciados mas todavía quedan muchos que tienen casos penales pendientes.
El polémico empresario y político expresidente Donald John Trump tiene otro polémico caso relacionado a su supuesto intento de anular la estrecha derrota que sufrió en el Estado de Georgia durante las elecciones de Noviembre de 2020. Resulta ser que se divulgó una llamada telefónica de casi una hora del Presidente, en ese entonces Donald Trump, y el principal funcionario electoral del Estado de Georgia, el también republicano Secretario de Estado de Georgia Brad Raffensperger, realizada el 2 de enero de 2021. En esta llamada Trump le dice (al Sr. Raffensperger) “sólo quiero que me encuentres 11,780 votos”, es decir la cantidad de votos que necesitaba para poder ganar en ese estado. Obviamente esta irregular petición ha sido investigada por los fiscales estatales y puede conllevar delitos potenciales como el de la solicitud de cometer un fraude electoral, declaraciones falsas a funcionarios gubernamentales y extorsión. Por el momento se tiene conocimiento de que algunos de sus cómplices son parte de la pesquisas. Si las acusaciones se formalizan, los implicados y condenados enfrentarían sentencias de prisión. Al final de las elecciones presidenciales de 2020 en el Estado de Georgia, tradicionalmente republicano, el ganador fue el demócrata Joe Biden con un 49.5% de los votos populares y Donald Trump fue vencido al obtener un 49.2%. Obviamente, Biden se llevó los 16 votos electorales que representan dicho estado en el Colegio Electoral.
Como si no fuera suficiente el anteriormente descrito acumulamiento de casos graves que vinculan seriamente al expresidente Donald Trump, ahora un juzgado de Nueva York ha declarado culpable a Donald Trumlp de abusar sexualmente y de difamar a la columnista y escritora E. Jean Carroll, por lo que deberá indemnizarla con cinco millones de dólares. La escritora Carroll acusó a Donald Trump de violarla en un probador de ropa de uno de los grandes almacenes de Nueva York a mediados de los años noventa. Por su parte, Trump, como siempre, se declaró inocente, señalando que ella “no es mi tipo”, lo que nos hace recordar aquel testimonio suyo salido a la luz pública durante la campaña política de 2016 en el que afirmaba que las estrellas pueden “agarrar a la mujeres por los genitales”, desatinada expresión que por cierto causó tremenda controversia.
Independientemente de los escándalos serios y sus vinculaciones a evidentes conductas irregulares que atentan contra la democracia y el estado de derecho del país, de acuerdo a mi criterio, tal como lo he señalado anteriormente, el expresidente Trump se hace merecedor de ser considerado el peor presidente que ha tenido los Estados Unidos de Norteamérica. El mundo está pendiente de los antecedentes que acompañan al sujeto de marras, quien ha dañado gravemente las instituciones políticas y legales de los Estados Unidos. Tenemos la esperanza de que las instituciones de la democracia y el estado de derecho sean lo suficientemente fuertes para exigirle responsabilidades a aquel que viola la ley y se aplique ese principio sagrado: NADIE ESTA POR ENCIMA DE LA LEY. La justicia estadounidense tiene la última palabra.
El primer presidente liberal de Panamá
escrito por Rafael Fernandez Lara | octubre 20, 2023
Cuando Panamá se independizó de Colombia, uno de los legados fue la continuación del bipartidismo de los partidos políticos Liberal y Conservador. Al momento de la escisión del istmo panameño, la inmensa mayoría del pueblo era de ideología liberal. Sin embargo, para lograr la independencia del istmo y crear la incipiente República de Panamá, ambos grupos políticos unieron fuerzas para alcanzar el objetivo de la independencia, pero no podemos soslayar el reconocer que la iniciativa del movimiento independentista del istmo de Panamá fue de los conservadores.
En su inicio, la dirección del nuevo estado fue delegada a una Junta de Gobierno Provisional integrada por miembros del Partido Conservador y del Partido Liberal. Acto seguido, la Junta de Gobierno Provisional nombró un gabinete constituido también por miembros de ambos partidos políticos.
Uno de los primeros actos de la Junta de Gobierno Provisional fue continuar la vigencia de todas las leyes que habían regido el anterior Departamento de Panamá, añadiendo algunas reformas, nuevos decretos orgánicos sobre organización judicial y sobre hacienda pública. El 5 de noviembre de 1903 fue creado el Ejército de la República, integrado por tres divisiones, Panamá, Colón y David. Posteriormente inició el reconocimiento de la naciente República de Panamá por parte de algunos países de la comunidad internacional.
Seguidamente los panameños fueron citados por la Junta de Gobierno para elegir una Asamblea Constituyente integrada por 32 convencionales, tres por cada provincia para un total de 24, más 8 convencionales por la Provincia de Panamá. Este ejercicio democrático resultó en la elección de 16 convencionales liberales y 16 conservadores, un total de 32 convencionales cuyo propósito fue redactar la primera Constitución Nacional. Estos convencionales aprobaron la Primera Constitución Nacional en Febrero de 1904 y escogieron al político conservador Dr. Manuel Amador Guerrero como Primer Presidente de Panamá y al liberal Dr. Pablo Arosemena, al conservador José Domingo de Obaldía y al liberal Dr. Carlos A. Mendoza como Primer, Segundo y Tercer Designados respectivamente a la Presidencia de la República. El período del Presidente Dr. Manuel Amador Guerrero, del Partido Conservador, era por cuatro años y su vigencia terminaba el 30 de septiembre de 1908 y el período de los Designados (Vicepresidentes) era por dos años, es decir hasta el 30 de septiembre de 1906.
Uno de los artículos más polémicos de nuestra primera Constitución de 1904 lo fue el Artículo 136, que señalaba que “El Gobierno de los Estados Unidos de América podrá intervenir en cualquier punto de la República de Panamá para restablecer la paz pública y el orden constitucional si hubiese sido turbado, en el caso de que por virtud de Tratado Público aquella nación asumiere o hubiere asumido la obligación de garantizar la independencia y la soberanía de la República”. Esta disposición fue aprobada después de violento debate.
Con el transcurrir del tiempo, sus defensores vieron los resultados positivos del mismo, como evitar conflictos y luchas electorales con sus escenas vergonzosas y derramamiento de sangre entre adversarios políticos. En otras ocasiones, el gobierno estadounidense, a solicitud del gobierno panameño, impidió la amenaza persistente de Colombia de invadir a la República de Panamá, al no poder resignarse a la independencia de los panameños. En otro caso, el General Esteban Huertas, Jefe Militar, pretendió intervenir en la marcha del gobierno del Presidente Dr. Manuel Amador Guerrero, haciendo exigencias indebidas, tratando de desobedecer sus órdenes y hasta violentar su persona. La delegación estadounidense apoyó al Presidente Amador Guerrero y recomendó la eliminación del ejército y adoptar medidas de orden público, lo cual hizo posible el retorno de la tranquilidad al país. El Artículo 136 fue aprobado por la mayoría de los convencionales conservadores con excepción de Juan Vásquez G. Por su parte, la mayoría de los convencionales liberales votaron en contra, con excepción del Dr. Pablo Arosemena, del General Ignacio Quinzada y del convencional Nicolás Tejada de la Provincia de Panamá.
Finalizado el primer gobierno constitucional 1904-1908 presidido por el Dr. Manuel Amador Guerrero, quien desistió de buscar la reelección por motivos de salud, el Sr. Ricardo Arias Feraud, Secretario de Relaciones Exteriores, se presentó como candidato a la Presidencia de la República, respaldado por un nuevo partido político llamado Partido Constitucional y por recomendación del Dr. Amador Guerrero. El Partido Constitucional estuvo integrado por allegados al Presidente Amador Guerrero, eran en su mayoría conservadores aunque también militaban algunos liberales, todos quienes postularon el 13 de abril de 1908 al Dr. Ricardo Arias Feraud.
El otro candidato a la Presidencia de la República era el conservador José Domingo de Obaldía Gallegos, Designado (Vicepresidente) a la Presidencia, quien se encargó interinamente del Órgano Ejecutivo desde el 24 de junio hasta el 29 de diciembre de 1907 durante la ausencia por licencia del Presidente Titular, Dr. Amador Guerrero, por motivos de salud. El Dr. De Obaldía Gallegos, de filiación conservadora, ahora candidato de “oposición”, fue apoyado y postulado por la llamada Coalición Republicana, bajo el liderazgo del Dr. Carlos A. Mendoza, quien congregó a figuras distinguidas del liberalismo y también a connotadas figuras conservadoras.
Así, en las elecciones de 1908 se enfrentaron dos alianzas políticas constituídas ambas por miembros liberales y conservadores. Ante una inminente derrota por el poco apoyo de la población, el Dr. Ricardo Arias Feraud declinó sus aspiraciones presidenciales y se retiró de la contienda electoral. Esto permitió que el 1 de octubre de 1908 el Dr. José Domingo de Obaldía ascendiera a la Presidencia de la República como candidato único. Por su parte, la Asamblea Nacional de Diputados, que también tenía la responsabilidad de elegir a los Designados (Vicepresidentes) a la Presidencia de la República, escogió como Primer Designado al conservador José Agustín Arango y al liberal Dr. Carlos Antonio Mendoza como Segundo Designado. Planteada así la situación política, el Presidente de Obaldía fue el primer presidente elegido por el voto popular indirecto después de la independencia del istmo en 1903.
El Presidente de Obaldía se graduó de abogado y culminó su carrera de jurista en New Haven, Connecticut, Estados Unidos. Fue Concejal, Administrador de Hacienda, Inspector de Penitenciaría y Director de Instrucción Pública. El Presidente de Obaldía fue el último gobernador que tuvo el istmo de Panamá como parte de Colombia. Fue arrestado el 3 de noviembre de 1903 como tal, pero el Dr. Manuel Amador Guerrero, protagonista del movimiento independentista y gran amigo de de Obaldía, le dictaminó casa por cárcel y se unió a los forjadores de la república. Fue Diputado Constituyente de la Asamblea Constituyente de la nueva nación. Fue el primer panameño que ejerció el puesto de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Panamá en Washington, D.C. Ejerció el cargo de Presidente Provisional de la República de Panamá en su condición de Primer Designado (Vicepresidente) del Presidente titular, Dr. Manuel Amador Guerrero, desde el 24 de junio al 29 de diciembre de 1907.
Durante sus casi dos años de gobierno, Don José Domingo de Obaldía, segundo Presidente Constitucional titular de la República de Panamá, se caracterizó por trabajar en un ámbito de armonía, organizando una administración de conciliación con el nombramiento de ilustres liberales en su gobierno, a pesar de ser él miembro del Partido Conservador. Su administración impulsó la hacienda pública y la educación.
Aprobó la legislación sobre el régimen político y municipal, organizó la estadística nacional y creó la policía secreta, entre otros. Llevó a término el Tratado tripartito Arosemena-Cortés-Root para deslindar los límites de Panamá con Colombia. El Presidente de Obaldía Gallegos ocupó el cargo desde el 8 de octubre de 1908 hasta el 1 de marzo de 1910, cuando, a los 65 años de edad, fallece como consecuencia de un ataque al corazón.
Al fallecer el Presidente de Obaldía, el Partido Conservador tenía previsto su continuidad en el poder tras haber elegido como su Primer Designado (Vicepresidente) al también conservador Don José Agustín Arango. Sin embargo, esta expectativa se derrumbó ya que el Primer Designado Arango murió inesperadamente el 19 de mayo de 1909 en la ciudad de Panamá.
En estas circunstancias, el día 1 de marzo de 1910 le correspondió asumir la Presidencia de la República al Segundo Designado (Vicepresidente), Dr. Carlos Antonio Mendoza, connotado político liberal, periodista y abogado, ascendiendo así a la primera magistratura de la nación como Encargado del Poder Ejecutivo y convirtiéndose así en el primer mandatario del Partido Liberal en nuestra historia nacional.
Antes de la independencia de Panamá, el Dr. Carlos Antonio Mendoza defendió al líder indígena Victoriano Lorenzo ante los tribunales, quien fue juzgado severamente por un homicidio en defensa propia. También en esa época defendió la autonomía del istmo de Panamá, combatió la guerra de los mil días en territorio istmeño. Igualmente, el 30 de marzo de 1900, Mendoza desembarcó en Punta Burica junto a Belisario Porras y Eusebio A. Morales, defendiendo la causa liberal.
Después de la independencia de Panamá, redactó el Acta de Independencia por encargo de José Agustín Arango. Fue Convencional de la Asamblea Constituyente de 1904; se opuso a la llamada Enmienda Platt Panameña, que permitió la intromisión de Estados Unidos en el país para mantener el orden público y que se convirtió en el controversial Artículo 136 de la Constitución Nacional de 1904. Fue el redactor del primer Código Civil del país, y se le considera el creador de la organización judicial y codificador de la República de Panamá. Fue el primer Secretario (Ministro) de Justicia de la República, así como Secretario (Ministro) de Hacienda en el gobierno de Don José Domingo de Obaldía.
El gobierno del Dr. Carlos Antonio Mendoza se caracterizó por ser una administración tormentosa por pugnas entre sus correligionarios y sus enemigos políticos. Igualmente no fue figura atrayente para los Estado Unidos de Norteamérica por su oposición al ya descrito Artículo 136 de nuestra Carta Magna de 1904.
El gobierno de Carlos Antonio Mendoza sólo duró siete meses. Teniendo en cuenta que su período como Designado a la Presidencia finalizaba el 30 de Septiembre de 1910, el Dr. Mendoza hizo gestiones con el propósito de ser reelegido en el cargo por la Asamblea Nacional por dos años más. Esta pretensión provocó una reacción adversa del Partido Conservador, que se sintió desplazado, a pesar de ser conscientes los conservadores de que los liberales contaban con el apoyo de la mayoría de la población. El Dr. Carlos Antonio Mendoza, a pesar de contar con los votos necesarios en la Asamblea Nacional para reelegirse como Primer Designado y por lo tanto continuar como Presidente de la República, hizo que su nombre fuera retirado de la lista de aspirantes. El 1 de octubre de 1910 correspondió a la Asamblea Nacional de Diputados elegir a los Designados (Vicepresidentes) por dos años a partir del 1 de octubre de 1910 hasta el 30 de septiembre de 1912. La Asamblea eligió como Primer Designado (Vicepresidente) al Dr. Pablo Arosemena para que gobernase hasta el final del período constitucional, hasta 1912, del finado Presidente de Obaldía. La Asamblea eligió como Segundo Designado al Sr. Federico Boyd y como Tercer Designado al Sr. Rodolfo Chiari Robles. El Dr. Päblo Arosemena asumió la Presidencia de la República en su condición de Primer Designado el 5 de octubre de 1910, reemplazando así al Dr. Carlos Antonio Mendoza.
El liberalismo de nuestro país ha sido y es la ideología preeminente entre la mayoría de los presidentes de la República de Panamá, con más de 30 mandatarios en toda su historia nacional y con mucha admiración recordamos que el Dr. Carlos Antonio Mendoza fue el primero de ellos.