¿Qué es el IRS?
El IRS (Internal Revenue Service) es el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos. Es la agencia del gobierno federal encargada de administrar y hacer cumplir las leyes tributarias del país.
Recortes presupuestarios y desafíos de financiamiento
El Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) está atravesando importantes transformaciones bajo la administración Trump, caracterizadas por fuertes recortes presupuestarios y una notable reducción de personal. Estos cambios han generado preocupación sobre la capacidad del organismo para hacer cumplir eficazmente las leyes fiscales y ofrecer servicios adecuados a los contribuyentes.
Actualmente, el IRS enfrenta un déficit presupuestario inmediato: $20 mil millones de su fondo de ejecución quedaron congelados debido a una peculiaridad en la financiación del Congreso. Aunque este fondo se pensó para durar diez años, podría agotarse en 2025 debido a los recortes y reversiones aprobadas por ambos partidos. El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, advirtió que el Congreso debe resolver esta situación en el próximo paquete de gastos. De no hacerlo, el IRS se verá obligado a frenar contrataciones y reducir drásticamente las auditorías, especialmente a grandes corporaciones y personas con altos ingresos.
Reducción de personal
Como parte del esfuerzo general del gobierno por reducir el tamaño del aparato estatal, el IRS ha iniciado despidos significativos: más de 20,000 empleados (entre el 20% y 25% de su plantilla) están siendo despedidos. Un punto clave es la casi eliminación de su oficina de derechos civiles, antes conocida como oficina de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), de la cual se ha despedido al 75% del personal y el resto ha sido reasignado. Estas medidas responden a órdenes ejecutivas del presidente Trump orientadas a desmantelar las iniciativas DEI, a las que ha criticado por ser «discriminatorias».
Impacto en los contribuyentes y la fiscalización
Los recortes presupuestarios y de personal tendrán varias consecuencias importantes:
- Auditorías: Se espera una disminución significativa en las auditorías a grandes empresas y contribuyentes con altos ingresos. El IRS estima que se realizarán 8,000 auditorías menos entre 2025 y 2029, lo que podría incentivar la evasión fiscal entre los más ricos.
- Atención al contribuyente: Es probable que los contribuyentes enfrenten mayores tiempos de espera y menor asistencia durante la temporada de impuestos, lo que podría generar retrasos en el procesamiento de declaraciones y la emisión de reembolsos.
- Capacidad de fiscalización: La capacidad de llevar a cabo auditorías complejas y hacer cumplir las leyes fiscales se verá limitada, lo que podría afectar negativamente la recaudación fiscal federal.
Cambios en la dirección del IRS
En medio de estos desafíos, también hay cambios en el liderazgo de la institución. La comisionada interina del IRS, Melanie Krause, ha anunciado su salida, lo que marca el tercer cambio de liderazgo en un año. Su renuncia coincide con el pico de la temporada de impuestos y se produce tras un acuerdo polémico entre el IRS y el Servicio de Inmigración (ICE), que permite compartir datos limitados de direcciones fiscales con autoridades migratorias, sin violar las leyes de privacidad. Krause, aparentemente desilusionada con las nuevas políticas de la agencia, permanecerá en su cargo hasta al menos el 15 de mayo.
En cuanto a las propuestas gubernamentales, la administración Biden intentó reforzar al IRS mediante una inyección de recursos y contratación de nuevo personal, como parte del Inflation Reduction Act. Se planeaba invertir $45 mil millones en 10 años, con la meta de recaudar $125 mil millones adicionales en impuestos. También se hizo la promesa de no aumentar las auditorías a quienes ganan menos de $400,000 al año. Sin embargo, los republicanos en el Congreso han bloqueado o congelado gran parte de esos fondos.
Por otro lado, la postura del equipo de Donald Trump ha sido de apoyo a recortes drásticos, proponiendo incluso la reducción del 50% del personal del IRS. Su argumento es que las auditorías representan una forma de acoso hacia los ciudadanos comunes.
Los datos demuestran que las auditorías sí valen la pena, sobre todo en los sectores con mayores ingresos. Por ejemplo:
Nivel de Ingresos | Recuperación Promedio por Auditoría |
$1 a $25,000 | $4,600 |
Más de $10 millones | $147,000 |
Además, se ha comprobado que quienes son auditados tienden a cumplir mejor con sus obligaciones tributarias en el futuro.
En conclusión, la disminución de auditorías no solo impacta la recaudación inmediata del gobierno, sino también su capacidad de recuperación a largo plazo. Mientras se mantengan o aumenten los recortes de personal, es probable que la capacidad del IRS para hacer auditorías continúe disminuyendo.