La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), es el organismo de las Naciones Unidas que apoya a las personas innovadoras y creadoras en todo el mundo, velando por que sus ideas se trasladen con seguridad al mercado y mejoren la vida de las personas en todas partes.
Bajo estos parámetros los Estados miembros de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), adoptaron, en Ginebra, un nuevo e histórico Tratado de la OMPI sobre “Propiedad Intelectual, Recursos Genéticos y Conocimientos Tradicionales Asociados”.
Se trata del primer tratado de la OMPI que aborda la interrelación de la propiedad intelectual con los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asociados, y el primer tratado de la OMPI que incluye, específicamente, disposiciones para los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.
Para que entre en vigor el Tratado, se requiere contar con 15 Partes Contratantes, y el Tratado establecerá en el Derecho internacional un nuevo requisito de divulgación para los solicitantes de patente cuyas invenciones se basan en recursos genéticos o conocimientos tradicionales asociados.
De acuerdo con lo establecido en el Tratado, se puede señalar que en términos generales, cuando una invención reivindicada en una solicitud de patente esté basada en recursos genéticos, cada Parte Contratante exigirá a los solicitantes que divulguen el país de origen o la fuente de los recursos genéticos. Cuando la invención reivindicada en una solicitud de patente esté basada en conocimientos tradicionales asociados a recursos genéticos, cada Parte Contratante exigirá a los solicitantes que divulguen los Pueblos Indígenas o la comunidad local, según corresponda, que proporcionaron los conocimientos tradicionales.
Cabe mencionar que los recursos genéticos están contenidos, entre otros en plantas medicinales, cultivos agrícolas y razas animales. Aunque los recursos genéticos en sí no pueden protegerse directamente como propiedad intelectual, sí es posible proteger las invenciones desarrolladas a partir de ellos, la mayoría de las veces por medio de una patente.
Algunos recursos genéticos también están vinculados a conocimientos tradicionales a través de su uso y conservación por parte de los Pueblos Indígenas, así como de las comunidades locales, a menudo a lo largo de generaciones. En ocasiones, esos conocimientos se utilizan en la investigación científica y, de ese modo, pueden contribuir al desarrollo de invenciones protegidas.